Desde que el nombramiento de Carlo Ancelotti como nuevo entrenador del Real Madrid se hizo público, muchos pensaron en algún jugador que podía salir beneficiado por este nuevo puesto que adquiría el italiano. Los nombres que antes salieron a la palestra fueron los de Isco o Marcelo, dos jugadores con los que 'Carletto' tuvo muy buena relación en su primera etapa y por los que sin duda alguna volverá a apostar en esta segunda. 

Hubo también otros nombres, estos procedentes del exterior de la entidad blanca, que recibieron con agrado el nombramiento de Ancelotti como entrenador madridista. Eran evidentemente los jugadores a los cuales se les podía abrir una mínima posibilidad de ser fichados por el club de Concha Espina. Nombres como los de James o Richarlison, dos futbolistas que han coincidido con el técnico italiano, se relacionaron con el Real Madrid. Lógicamente, no pasaron de rumores. 

Sin embargo, no todos establecieron un nexo entre Ancelotti y nombres de jugadores en el aspecto positivo, ya que apareció el de Casemiro para dejar una pequeña duda, la de si un jugador como el brasileño encajaría en el esquema del exentrenador del Everton. Ancelotti siempre se ha caracterizado por un fútbol de toque y por apostar por jugadores con buen manejo de balón, pero menos trabajo defensivo. 

Casemiro celebra su gol con Brasil ante Colombia en la Copa América REUTERS

En su primera época en el Real Madrid, sus centros del campo los copaban nombres como Xabi Alonso, Modric, Kroos, Isco, James y hasta Di María. Solo un jugador como Khedira consiguió hacerse un mínimo hueco, por buscar un futbolista más parecido al del corte del brasileño. No obstante, Casemiro es hoy en día un jefe del vestuario y el mejor en su puesto, por lo que se antoja casi imposible que desaparezca del orden. Además, tiene decidido cambiar su dorsal y pasar del '14' al '5', en lo que es una clara apuesta por seguir aumentando su liderazgo. 

Casemiro quiere un puesto

Aunque podrían ser más, son cinco los motivos identificables por los que Casemiro volver a ser el eje del equipo, también durante la etapa de Ancelotti. El primero de ellos, quizás el más indiscutible, es que es el mejor en su puesto. No hay otro mediocentro defensivo como él. Un stopper de los de la vieja escuela, capaz de llegar a cualquier zona del campo, correcto, sin excesos y sabiendo en todo momento cuál es su sitio y qué le pide el partido.

Capaz de meterle fuerza, de ser el pulmón del equipo, de conducir balones cuando es necesario romper líneas de presión o de jugar fácil y rápido cuando aparecen Kroos y Modric para inventar. No le hay más completo y capaz de asegurar un nivel tan alto en esa posición de mediocentro por delante de los centrales. 

El segundo de los motivos es que Casemiro es un jugador único. Único en el mundo y único en el Real Madrid. Rodeado por jugones como Kroos, Modric, Isco, Ceballos u Odegaard, el club blanco carece de esa labor de pivote que el brasileño realiza a la perfección. Solo Fede Valverde es capaz de meter esa intensidad y esa carga de trabajo físico, pero necesita hacerlo desde una posición más adelantada. Por último, solo el nombre del canterano Antonio Blanco aparece como posible recambio, aunque en un perfil más calmado, más elaborador y menos portento físico. 

Casemiro y Gerard Moreno luchan por la posesión Reuters

El tercero de esos factores es la importancia que ha ganado Casemiro en los últimos años. Básico en el césped e imprescindible fuera de él. Muchos le ven un líder, un capitán en la sombra, un jugador que siente el madridismo y que defiende a un vestuario a ultranza sin olvidarse del club y de los aficionados. Ahora que se marchan jugadores como Sergio Ramos o Varane, y que otros como Modric o Marcelo están en la recta final de sus carreras, la importancia de Casemiro en el vestuario y en la imagen del equipo se multiplica cada segundo. 

El cuarto de los motivos que hacen a Casemiro uno de los pilares del Real Madrid es que cada vez es mejor jugador. Si no estuviera en el Real Madrid habría que ficharlo, como se dice en muchas ocasiones de nombres como Kanté. Casemiro comenzó siendo un mediocentro con potencia y músculo y ahora es uno de los mejores centrocampistas del mundo. Su progresión técnica y táctica es un espectáculo. Ha ganado confianza y precisión en los desplazamientos en largo, en las combinaciones rápidas y cada vez es capaz de hacer jugar mejor al equipo cuando el rival intenta maniatar a Kroos y Modric. Si faltan los genios, Casemiro adopta la función de cualquier y cumple como el que más. 

Y por último, pero no por ello menos importante, porque sorprendentemente tiene gol. Casemiro tiene mucho gol. Y además, tiene gol de nueve, de delantero. No se prodiga mucho en el lanzamiento lejano o en los libres directos, pero sabe estar y llegar al área como el mejor ariete. Lo huele, tiene ese instinto y temporada tras temporada mejora sus cifras siendo uno de los jugadores que más dianas consigue junto a Benzema.

Ahora que el equipo necesita de pólvora y de que Ramos ya creará peligro por alto, Casemiro tiene que seguir dando un paso hacia delante en esta faceta porque lo lleva dentro, porque llega al área rival sin descuidar la propia, porque tiene instinto en la zona de castigo y porque es fuerte en el juego aéreo. Razones todas ellas, aunque haya muchas más, que le harán convencer a Ancelotti de ser uno de los timones de su nuevo Real Madrid. 

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