Al Real Madrid solo le vale una cosa este sábado contra Osasuna: ganar. Los de Zinedine Zidane saben que La Liga está más abierta que nunca, sobre todo tras el reciente 'pinchazo' del Barça, pero se la llevará el que menos falle en las cinco jornadas que quedan por jugarse. Por eso no se pueden bajar los brazos contra ningún rival, menos aún tras haber empatado dos de los últimos tres compromisos ligueros.

Por otro lado, a Zidane no le queda otra que encontrar el momento de dar descanso a algunas de sus estrellas que llegan a este final de temporada muy justos físicamente. Es el caso de Luka Modric, Toni Kroos o Karim Benzema. Y teniendo en cuenta que el miércoles se juega la vuelta de las semis de Champions, el partido ante Osasuna obliga a rotar. Pero también los hay al contrario, que necesitan jugar como es el caso de Hazard.

Eden afronta su tercer partido desde que regresó de su última lesión. Los dos anteriores los jugó saliendo desde el banquillo. Primer quince minutos ante el Betis y luego casi media hora frente al Chelsea. Las rotaciones y la necesidad de tener en plena forma hacen que este sábado sea el momento ideal para volver a ver a Hazard como titular, jugando de seguido alrededor de una hora.

Eden Hazard centra al área del Chelsea REUTERS

El plan de Zidane con Hazard se acerca a su momento en el que pasará a ser uno más. Podría llegar incluso ante el Chelsea o, a más tardar, contra el Sevilla. Son dos partidos a vida o muerte para la lucha de los dos títulos que tiene en juego el Real Madrid y el belga, que se ha probado en los dos últimos partidos -y dejó buenas sensaciones-, tiene que estar en el frente de batalla.

El objetivo es que este sábado Hazard pase página, definitivamente, de su última lesión. Pese al calvario por el que ha pasado toda esta temporada, al hilo de lo que ocurrió la anterior, ha vuelto en el momento en el que se decide todo y en el que se espera lo máximo de un futbolista al que se fichó para ser la estrella del equipo. Son las semanas más importantes desde que es jugador del Real Madrid y no puede fallar.

Se necesita al mejor Hazard, al que solo se ha podido ver en pequeñas dosis porque cuando mejor estaba le llegaba alguna desafortunada lesión. Pero a fin de cuentas, a Zidane y al Madrid le hace falta más que nunca un jugador como él que aporte soluciones en ataque.

Dependencia de Benzema

Los datos muestran la realidad del Real Madrid. Karim Benzema es el máximo goleador blanco entre todas las competiciones y suma 28 goles. Para encontrar a los siguientes de la lista hay que descender hasta seis tantos, que son los que llevan Vinicius, Asensio y Casemiro. Hay un escalón (o dos) que se salta el reparto de goles blanco y en el que debería estar Hazard si las lesiones le hubiesen respetado.

Hazard no es un goleador nato, pero en sus dos últimas temporadas con el Chelsea hizo 17 y 21 goles en cada una. En el Madrid solo lleva cuatro (uno el curso pasado y tres en el actual), aunque ahora tiene por delante seis partidos (siete si se alcanza la final de Champions) para aumentar sus cifras con goles que, además, tienen un valor añadido por todo lo que hay en juego en cada uno de los encuentros que quedan por jugarse.

Y Hazard, por supuesto, es mucho más que goles. Su añadido al ataque del Madrid puede aportar mucho al equipo si está fino. El belga, ya sea con regates o pases al hueco, es el perfil indicado para desatascar al equipo cuando no encuentra espacios. Han bastado dos ratitos contra Betis y Chelsea para ver que es así y este sábado ya tendrá la responsabilidad de poner a jugar al equipo al ritmo que él marque.

[Más información: El Real Madrid se encomienda a Hazard y el 'Plan B' contra Osasuna]

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