El Real Madrid despedirá el año sobre el terreno de juego el próximo miércoles contra el Elche. Lo tendrá que hacer sin Rodrygo Goes, el último de sus futbolistas en caer en la nómina de lesionados del club blanco esta temporada. Además, en su caso será una baja de largo tiempo ya que sufre una lesión muscular en el bíceps femoral, lo que le mantendrá alejado de los terrenos de juego en torno a tres meses.

La lesión de Rodrygo es una mala noticia y confirma, si todavía hacía falta, las extremas condiciones en las que están trabajando esta temporada los futbolistas de primer nivel. La exigencia es máxima y eso se traduce en continuas lesiones como le está pasando al Real Madrid.

Hace apenas una semana, el club blanco celebraba poder contar con todo sus jugadores por primera vez en más de 500 días después. La alegría duró tan poco que en siete días ha lamentado las bajas de Vinicius (gastroenteritis), Isco (un golpe), Modric (lesión en el aductor de la pierna izquierda) y ahora Rodrygo. De hecho, Vini, Rodrygo y Modric eran los que se salvaban hasta ahora de no haber tenido ningún problema físico o de salud.

Zidane sigue el Real Madrid - Granada desde la banda REUTERS

Casemiro se quejaba a principios de mes de la exigencia: "La pretemporada no fue buena, cada tres días jugamos partidos muy exigentes [...] No estamos teniendo tiempo para descanso. Hay muchas lesiones y si te fijas todos los equipos tienen altibajos porque así es imposible. Así es muy difícil y es normal. Hablando de seres humanos. No se puede mantener el nivel". Tras el Granada repitió el mismo discurso.

La situación es la que es y al Madrid de Zidane no le queda otra que asumir que las bajas seguirán siendo constantes de aquí a verano. Solo se puede rezar para que no haya más casos de bajas largas como la de Rodrygo o que futbolistas como Eden Hazard o Luka Jovic puedan tener continuidad tras soportar un calvario con las lesiones y el coronavirus. La temporada 2020/2021 está siendo la más difícil.

Se 'salvan', con comillas

En el Madrid solo hay cuatro futbolistas que han estado siempre disponibles para Zidane cuando ha llegado un partido. Son los dos porteros, Thibaut Courtois y Andriy Lunin, y dos defensas, Raphael Varane y Ferland Mendy. El resto, al menos, se ha perdido un partido por lesión. Sin embargo, ellos tampoco se libran de las consecuencias físicas de lo exigente que está siendo la temporada.

Courtois, en octubre, sufrió una lesión muscular justo antes de viajar con Bélgica y aunque fue convocado se volvió a Madrid para recuperarse durante el parón. En el caso de Lunin, sí se puede decir que es el único que se salva de las lesiones ya que él se contagió de coronavirus con Ucrania, pero se pudo recuperar antes de su siguiente compromiso con el equipo blanco.

Algo parecido a lo de Courtois ocurrió con Ferland Mendy, que en noviembre no viajó con Francia por precaución (aunque el Real Madrid lo desmintió) y se entrenó los primeros días del parón en el gimnasio de Valdebebas. Varane solo ha tenido que lamentar unos pequeños problemas en el hombro que sufrió con Francia en el último parón, aunque se recuperó a tiempo para jugar con el Madrid cuatro días después.

Sin descanso, el Madrid cerrará el 2020 con la lesión de Rodrygo (está por ver si Modric llega a tiempo contra el Elche) y espera no lamentar más el día 30. La Supercopa de España está al caer, la semifinal contra el Athletic se juega el 14 de enero, y Zidane cruza los dedos para no perder más efectivos para entonces.

[Más información: Rodrygo estará tres meses de baja por la lesión muscular sufrida en el partido ante el Granada]