Raúl González siempre quedará en la historia del Real Madrid como uno de los mejores delanteros. El canterano, con 325 goles vistiendo la camiseta blanca, el Santiago Bernabéu difícilmente verá un futbolista igual. La relación que tendió el madrileño con la afición merengue será difícil de igualar. Su labor como capitán ha servido para que Iker Casillas, primero, y Sergio Ramos, después, tuvieran un referente digno de admirar.

Este viernes se cumplen 10 años de que el madrileño llegó a esa cifra. Lo hizo en un partido contra el Zaragoza, medio lesionado, una cuestión que le obligó a no poder volver a jugar el resto de su última temporada en el Real Madrid, y para abrir la lata en un partido trabado. Una lesión de Rafael Van der Vaart permitió su entrada al comienzo de la segunda parte y marcar la senda de la victoria ese día.

Lo hizo en el estadio donde comenzó todo. La Romareda fue testigo de su estreno con 17 años y de su adiós al club de sus amores como jugador con 33. Raúl cerró el círculo y, sin saberlo, estaba abriendo la puerta al crecimiento de uno de los mejores delanteros que, después, llenaría las vitrinas de trofeos como él hizo un día con sus goles.

Relevo generacional

El final de la carrera del legendario jugador coincidió con el inicio de otra. Karim Benzema daba sus primeros pasos en la entidad blanca y ese día también tuvo que salir desde el banquillo como el ídolo de la afición blanca para darle la vuelta al encuentro. Ese día no marcó, pero, sin buscarlo, Raúl le entregaría la corona que defendió con orgullo como el goleador del equipo para que el francés comenzara a ser su digno sucesor.

Karim aprendió mucho de Raúl en sus primeros años en el Real Madrid. El francés idolatraba al delantero español cuando le veía jugar desde su Lyon natal. El capitán blanco guió al galo, insufló madridismo en su carácter y le convirtió en el jugador al que ahora canta la afición del Santiago Bernabéu. No hay nadie en el feudo merengue que no crea en Benzema, por mucho que durante tanto tiempo se dudase de sus cualidades.

Esa inteligencia de juego que desarrolla Benzema sobre el campo también tiene mucha influencia de Raúl. Pero sobre todo aprendió lo que significa ser el líder de un equipo. El día en el que Cristiano Ronaldo anunció su salida, el francés supo que llegaba su momento y, desde entonces, se ha convertido en un capitán en la sombra. En este 2020 ha confirmado esa nueva fase de su carrera y, durante la primera parte de la temporada lo argumentó a base de goles.

Dos delanteros legendarios

Benzema también quedará en la historia como uno de los delanteros más importantes por guiar al equipo para convertirse en el más glorioso de Europa en la segunda década del siglo XXI. Son 247 goles los que suma como madridista, a menos de 100 de Raúl. Aunque será difícil que le iguale, sí que tiene a mano en la lista de goleadores de la Champions League ya que solo está a siete tantos del registro del eterno '7'.

Con sus goles, el Real Madrid consiguió esas cuatro Champions en cinco años. Benzema alcanzó su gloria personal con estos éxitos que fue cosechando con el club en el que siempre soñó con triunfar. Su conexión con Cristiano Ronaldo fue fundamental para llenar de victorias los registros de estos últimos diez años. Supo ser actor secundario y no achicarse ante las grandes citas.

Su unión con Zinedine Zidane fue definitiva para desarrollar su mejor versión, pero esa influencia de Raúl cuando daba sus primeros pasos en el Real Madrid le marcó para lograr todo lo que ha conseguido después. Primero con esa herencia del '7' y después con el empuje del técnico galo, Karim Benzema se ha convertido en uno de los mejores delanteros de la historia.

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