Año 2014. Lisboa. Después de varios años intentándolo, el Real Madrid vuelve a alcanzar una final de Champions. El premio de los premios en Concha Espina. El proyecto liderado por Florentino Pérez y, en este caso, Carlo Ancelotti, da sus frutos. Y aunque los blancos estuvieron muy cerca de hincar rodilla, con el consiguiente regocijo del Atlético de Madrid al levantar su primera Copa de Europa, Sergio Ramos se elevó un faro en la costa lisboeta para guiar al Madrid. Para paralizar el mundo. 

Un partido histórico para el Real Madrid... en un minuto que ya es icónico en el fútbol mundial: el minuto 93. El apodado también como 'minuto 90 y ramos'. La historia terminaba con el Real Madrid remontando definitivamente el 0-1 inicial y conseguía la codiciada 'Décima'. 4-1 y liberación de ansiedad en Chamartín.

La Champions de Lisboa fue un punto de inflexión para las vitrinas del Santiago Bernabéu. Y es que tras la consecución de este título, llegaron más. La sequía en Europa se rompió y con la llegada de Zidane en 2016, todo se aceleró. El Real Madrid llegó a levantar tres Ligas de Campeones consecutivas (2016, 2017, 2018). Cuatro en cinco años: Lisboa, Milán, Cardiff y Kiev, espectadores de lujo; Atleti (2), Juventus y Liverpool, víctimas blancas. 

El Real Madrid levanta la Champions en Lisboa 2014.

La creación de un nuevo ciclo ganador 

Hoy se cumple media década desde aquel 24 de mayo en el país vecino. Y esta temporada, tras la calma de los títulos, ha llegado la tormenta de las derrotas. El Madrid ha despertado de un sueño idílico y se ha dado de bruces contra la realidad. Triunfar en Europa año tras año es muy difícil, pero el Real Madrid se ha marcado el reto de regresar a la senda del triunfo en la que estaban inmersos años atrás.

El primer paso de Florentino Pérez para cumplir este objetivo fue la elección del capitán del barco. El presidente hizo que Zinedine Zidane volviera al barco que hace casi un año abandonó junto a Cristiano Ronaldo. Un fichaje que inyectaba ambición, ilusión y expectación en las gradas del Santiago Bernabéu.

Con el banquillo cubierto, la siguiente área a reconstruir es la plantilla. El Real Madrid debe efectuar una revolución y una evolución. A partes iguales. El equipo necesita caras nuevas y el club lo sabe. La cúpula tiene una lista con varios fichajes de renombre (Hazard, Pogba, Van de Beek, Eriksen, Mendy, Jovic) y alguna posible bomba (Neymar y Mbappé). Pero también tiene jugadores en la rampa de salida. Desde Keylor a Bale, pasando por futbolistas como Lucas Vázquez, Isco, Mariano, Llorente o Ceballos. 

Eden Hazard, con el Chelsea Reuters

Pero no todo es revolución. Y es que el Madrid debe reinventarse. Evolucionar. Crecer hacia un fútbol mejor. Los jugadores que sigan al frente del club, defendiendo su escudo, deberán dar un paso hacia delante. Ganar el casting de Zidane tiene un precio y la temporada que viene los futbolistas tendrán que demostrarlo con un rendimiento acorde. 

Zidane debe saber fusionar a la perfección la juventud y la veteranía que necesita todo gran proyecto deportivo. Un proposito de presente y futuro, que asegure la estabilidad del club. Los Ramos, Benzema y Carvajal deben complementarse con los Vinicius, Asensio y Brahim

Por si fuera poco, la preparación de la temporada debe ser óptima. Zidane ya ha tomado la decisión de retomar la dinámica del último doblete blanco y volver a hacer el stage veraniego en Montreal. Los blancos se deben preparar a conciencia para evitar lesiones durante la temporada y conseguir optimizar al máximo su rendimiento. 

[Más información: El Madrid mantiene la calma y espera 'pescar' en el río revuelto del PSG con Mbappé y Neymar]

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