El Real Madrid se adelantó en el marcador ante el Valladolid en los compases finales del encuentro. El gol llegó gracias a un disparo de Vinicius que metió en su propia puerta Kiko Olivas. El brasileño lo celebró como si él mismo hubiese metido el esférico dentro de la portería, se besó el escudo, hizo una reverencia a la grada y se lo quiso dedicar a Santiago Solari, con el que se fundió en un abrazo.

El técnico argentino está llamado a ser el gran valedor de Vinicius. Tras la marcha de un Lopetegui que tan solo le brindó 12 minutos al fútbolista brasileño, Solari será quien le de galones al delantero carioca tras haberle dirigido durante cinco partidos con el Castilla, en los que eclipsó al resto de sus compañeros.

Ya el pasado miércoles, en la ida de los dieciseisavos de final de Copa ante el Melilla, Vinicius partió como titular en el 0-4 de los blancos y fue protagonista con dos asistencias y una gran actuación. Un partido con el que Vinicius llamaba a la puerta del primer equipo a gritos.

Vinicius celebra su gol ante el Valladolid. REUTERS

Por eso, tras su gol y disputar ante el Valladolid 20 minutos en la segunda mitad, Vinicius no dudó en correr hacia la banda y agradecerle a Solari la oporunidad. Su próxima oportunidad podría llegar en la cuarta jornada de la Champions League frente al Viktoria Pilsen, un encuentro que el Madrid necesita ganar para asegurar el primer puesto del grupo G.

El Bernabéu pidió que tirara el penalti

Minutos después del 1-0 de Vinicius, Benzema fue derribado dentro del área y Gil Manzano señaló penalti. La euforia del Santiago Bernabéu tras el tanto del brasileño la grada no dudó en pedir que fuera Vinicius el que asumiera la responsabilidad desde los once metros. Finalmente fue Sergio Ramos el que asumió los galones y batió a Masip desde el punto de penalti con un disparo a lo Panenka.

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