El brasileño ha sido una de las sensaciones de la pretemporada del Real Madrid. Ha cuajado grandes actuaciones Manchester, tras un inicio timorato, y Juventus. Demuestra tener un grandísimo potencial, aunque a veces las ganas de hacerlo todo bien le pueden y llega la precipitación propia de un joven de 18 años con ganas de comerse el mundo.

El miércoles no fue de la partida en la Supercopa ante el Atlético de Madrid. La prórroga podría haber sido un buen momento para probarle en un partido trascendental y ante el máximo rival. Sin embargo, Julen Lopetegui decidió que aún no era el momento de forzar la máquina. Los blancos tienen muchas esperanzas puestas en el joven brasileño y le ven como uno de los pilares del futuro Real Madrid.

Paciencia con Vinicius

Ni el Madrid ni Julen Lopetegui quieren forzar al imberbe brasileño. Pero ahora, con el inicio de La Liga, podría tener sus primeros minutos oficiales como madridista ante el Getafe y en un Bernabéu que arde en deseos de ver de lo que es capaz el joven atacante sudamericano.

Vinicius durante el entrenamiento del Real Madrid EFE

Vinicius necesita adaptarse aún al fútbol europeo. Precisamente por este motivo, en el conjunto madridista no están por la labor de incrementar la presión sobre el joven. Un exceso de responsabilidad o de sobreexposición podrían ser letales para un chico que a duras penas ha estrenado la mayoría de edad.

Un jugador diferente

Hay detalles que dejan entrever que Vinicius no es futbolista normal. Pese a su corta edad, el Brasileño posee un carisma fuera de lo común para su edad. De momento no ha podido enseñar mucho y tendrá tiempo para hacerlo sin necesidad de forzar la máquina.

Cuando debutó en el Trofeo Santiago Bernabéu contra el Milan se vio claro. Cada vez que tocaba el balón, un murmullo se levantaba, algo que solo consiguen aquellos con un aura especial. El brasileño no tuvo mucha participación, pues salió cuando el encuentro ya agonizaba. Sin embargo, se inventó una gran jugada que hizo poner de pie a un público con muchas ganas de verle jugar. 

Vinicius entrenando con el Real Madrid EFE

Entre tanto, el Real Madrid quiere proteger a Vinicius de lo que supone ser jugador del equipo blanco. Pretenden que el brasileño cumpla unos plazos para ir aclimatándose a Europa y a una liga tan competitiva como la española. Sus 18 años lo convierten en un arma de doble filo y es por este motivo por el que quieren mimarlo y tratarlo con toda la paciencia del mundo. 

Mimos de la plantilla

Desde que recaló en el Real Madrid, Vinicius se ha convertido en una ilusión tanto para el club como para la afición. El brasileño da pistas del jugador en el que puede convertirse en un futuro quién sabe si cercano o no. Descaro, potencia, regate, creatividad... Unas cualidades que hacen del joven madridista un diamante en bruto que requiere un sumo cuidado. 

Benzema y Vinicius en un entrenamiento del Madrid

Desde el primer minuto, Vinicius ha estado respaldado por toda la plantilla del Real Madrid en Valdebebas y, sobre todo, por Julen Lopetegui. El técnico está acostumbrado a trabajar con este tipo de futbolistas. Un perfil de jugador joven que ansía comerse el mundo pero al que hay que llevar con cuidado para no asfixiarlo y que se quede en una simple promesa. 

Karim Benzema, ejerciendo como uno de los capitanes del conjunto blanco, ha estado con él desde el principio. El francés ha completado toda la pretemporada y se ha mostrado muy cercano con el brasileño, para que se adapte cuanto antes al grupo y entre en la dinámica de lo quiere Julen Lopetegui. El '9' es su principal valedor, consciente de lo que el Real Madrid tiene entre manos, y quiere tratarlo con mimo para hacer de él el líder que el equipo necesitará en un futuro. 

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