Thibaut Courtois fue increpado desde el fondo que ocupaban los seguidores del Atlético de Madrid cuando se dirigió al mismo para alcanzar el túnel de vestuarios una hora antes del partido. Los aficionados colchoneros tenían como objetivo a su exarquero para recibir insultos ante su fichaje por el Real Madrid. Tanto sus compañeros como él no mostraron interés ante una de las manchas negras de este deporte.

El portero belga iba acompañado por el resto de jugadores blancos que no estaban inscritos en la Supercopa, casos de Jesús Vallejo y Álvaro Odriozola, con la fortuna de tener que acceder a los vestuarios por la zona donde abundan los colchoneros desplazados hasta Tallin para animar a su equipo. En su presentación en el Santiago Bernabéu, ya admitió que su corazón era blanco, un fichaje que no ha sentado bien a los rivales.

Afortunadamente no se produjo incidente alguno a pesar de que hubo momentos de tensión cuando los jugadores madridistas pasaron apenas a unos metros de los escasos radicales que ya habían entrado en el estadio. De hecho solo esos hinchas ocupaban las butacas reservadas para el equipo de Simeone. La pelea por el primer título continental de la temporada ha sido la primera oportunidad de atacar al guardameta.

Courtois, durante su presentación. Reuters

Courtois tendrá que esperar

La primera vez que el mejor arquero del Mundial de Rusia se vea las caras contra su exequipo no será en la Supercopa. Keylor Navas tendrá la oportunidad de defender la portería antes del inicio de La Liga, donde todo hace indicar que será el belga el que ocupe ese puesto. Su complicación en el fichaje ha hecho que no llegue con el ritmo deseado a un choque tan exigente.

En la competición doméstica tendrá la oportunidad de demostrar sus capacidades y dejar a la afición rojiblanca sin palabras. Insultos que ensucian un encuentro que promete ser épico y vibrante hasta el pitido final.

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