En el año 2006 un desconocido llamado Neymar da Silva Santos Júnior (Mogis das Cauzes, Brasil, 1992) estuvo entrenando con los infantiles del Real Madrid durante dos semanas e incluso el club blanco llegó a tramitar la ficha con la Federación Madrileña.

Sin embargo, finalmente abandonaría la capital de España y regresaría a su tierra natal. Esa fue la primera ocasión en la que el ahora crack del PSG estuvo a un paso de ser madridista. Una historia que se retomaría en 2011, cuando Neymar ya vestía la camiseta del Santos. 

El delantero llegó a pasar reconocimiento médico con el Real Madrid, que mandó a Brasil a Carlos Díez, jefe de los servicios médicos. Todo parecía destinado, para que esta vez sí, el futbolista se incorporara a la entidad merengue tras los Juegos Olímpicos de Londres

La operación se fue otra vez al traste y ya en 2013 acabaría fichando por el Barcelona. Aquel traspaso de Neymar costó al equipo azulgrana muy caro y al entonces presidente, y ahora en la cárcel por blanqueo entre otros cargos, Sandro Rosell la dimisión. 

Tal y como se demostró con el paso de los años, las cifras dadas por el Barça no se correspondían con la realidad. Denuncias aparte, ese movimiento y una oferta económica astronómica, mandó a Neymar al conjunto catalán y no al Real Madrid como era su deseo en un primer momento. 

Neymar durante una presentación en Brasi. Foto: Instagram (@neymarjr)

La siguiente ocasión que el brasileño estuvo a punto de terminar en el Santiago Bernabéu fue en 2016, cuando estaba en plenas negociaciones de su contrato con el Barcelona. El padre de Neymar mantuvo contactos con emisario blancos para saber si existía la posibilidad, pero finalmente el delantero dio marcha atrás y acabó renovando. 

Después en 2017, cuando deja el Barça para fichar por el PSG, no existe ninguna posibilidad, pero sí un mensaje del famoso progenitor de la estrella indicando al Real Madrid que Neymar quiere acabar vistiendo de blanco en un par de años. 

Ya en el año actual, la eliminación del equipo galo en octavos de final de la Champions, precisamente ante el Madrid, entristeció a un futbolista que no terminaba por adaptarse a París ni a su clima. Añoraba España para reverdecer laureles y poder optar, por fin, al Balón de Oro. 

Con la salida de Cristiano Ronaldo parecía la ocasión perfecta para que Neymar aterrizara de una vez en la capital de España. Pero otra vez ese sueño se ha roto por un cambio de opinión del brasileño en el último momento. La pasada madrugada del jueves al viernes afirmó que su deseo era continuar al PSG. 

Nasser Al-Khelaifi y el emir de Catar no han dado su brazo a torcer y Neymar ha claudicado. No ha visto fórmula de fichar por el Madrid y cumplir su verdadero sueño. La novela tan romántica como dramática continúa añadiendo episodios. Seguramente el de 2018 no sea el último y con los primeros días soleados del próximo año vuelva a retomarse ese desenfreno de dos amantes destinados a encontrarse. 

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