La que se ha montado en Lisboa. La derrota ante el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano, y la consiguientes declaraciones del presidente del club capitalino, Bruno de Carvalho, ha provocado un clima de tensión que, según dicen en Portugal, podría haber derivado en un plantón de la plantilla hasta que el dirigente no pida disculpas por sus palabras. 

LOS JUGADORES SE PLANTAN SIN ENTRENAR

El plantel, con Rui Patricio a la cabeza, ha emitido un comunicado en el que manifiesta lo siguiente: "Reflejamos en este texto nuestro desagrado por las declaraciones de nuestro Presidente después del partido de ayer, en el que obtuvimos un resultado que no queríamos, y la ausencia de apoyo en este momento de aquél que debería ser nuestro líder, tras apuntar con el dedo para culpabilizar el desempeño de los jugadores públicamente, cuando la unión de un grupo se rige por el esfuerzo conjunto, sea cual sea la situación que estemos pasando. Todos los asuntos se resuelven dentro del grupo".

EL PRESIDENTE ECHA MÁS LEÑA AL FUEGO

La historia no acaba aquí. El afán de protagonismo que, tal y como está demostrando, caracteriza a de Carvalho, ha ido más allá y este ha decidido suspender a 19 futbolistas, que -dice- se tendrán que enfrentar a la disciplina del club. Rui Patricio, William Carvalho, Coates, Coentrao, Doumbia, Bruno César, Podence, Palhinha, Leao Gelson, Piccini, Acuña, Battaglia, Bryan Ruiz, Bruno Fernandes, Montero, Ristovski, Wendel y Rúben Ribeiro, son los damnificados por el dedo acusador del Presidente que, además, ha respondido con otro comunicado en el que concluye: "Estos niños mimados creen que van lejos, pero esta vez se ha agotado mi paciencia para quien cree que está por encima del club y de cualquier crítica".

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