Jugar en el Real Madrid no es nada sencillo. Además de lo que pesa el escudo del conjunto merengue, también hay que afrontar la brutal competencia, ya que los mejores jugadores del mundo visten la elástica blanca. Futbolistas de élite han tenido que sufrir en sus propias carnes verse relegados al banquillo por no dar el nivel, ya que un bajón de rendimiento se paga caro en el club de Concha Espina.

Esta lección tuvo que aprenderla James Rodríguez durante su etapa en el Santiago Bernabéu. La estrella colombiano fue de más a menos y acabó saliendo en calidad de cedido rumbo a Múnich el pasado verano. En unas recientes declaraciones, James ha dejado claro cual fue la mayor lección que aprendió durante sus temporadas en el Real Madrid: al pasar momentos complicados se crece como persona y también como futbolista.

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