Bale tiene un problema. Ha dejado atrás su mejor versión y vuelve a estar en la cuerda floja. Su suplencia ante el PSG fue clave y terminó por dinamitar, tal y como adelantó El Bernabéu, su relación con el Real Madrid. Bale quiere ser importante y, de momento, hay una diferencia entre la Champions y La Liga. Dos caras muy diferentes que Bale debe igualar si quiere continuar en la entidad de Chamartín.

Las dos caras de Bale

FALTA DE PROTAGONISMO EN CHAMPIONS

Las lesiones han sido su principal problema. Hasta cuatro partidos se ha tenido que perder por culpa de los inconvenientes físicos. Por ello, solo ha tenido la oportunidad de disputar cuatro citas en Champions, dos de ellas en fase de grupos y las otras dos en los octavos ante el PSG. Bale quiere tener protagonismo en los momentos importantes y, de momento, no lo ha tenido. Y es que, a diferencia de sus dos titularidades en la fase de grupos, jugando 82 y 86 minutos respectivamente, ha pasado a jugar 22 y 14 minutos en la eliminatoria de octavos. Algo que no le ha gustado en absoluto. Ante la Juventus, la alineación podría ser clave para conocer el futuro de Bale.

Las dos caras de Bale

CAMBIO EN LIGA TRAS EL PSG

La temporada de Bale no ha sido fácil. Su inicio estuvo lleno de altibajos y todo concluyó con una lesión que le apartó hasta El Clásico del Santiago Bernabéu. Sin embargo, su regreso fue mejor de lo esperado. Bale volvía a tener velocidad, se movía sin presión y su potencial goleador se desencadenó. Era el Bale que toda la afición quería ver y que le daba la opción de continuar en el Madrid la próxima temporada. Pero, tras su suplencia ante el PSG, su actitud en el terreno de juego cambió. A pesar de haber sido titular en 10 de los últimos 13 partidos del campeonato doméstico, sus resultados han cambiado: cuatro goles en siete partidos antes de la ida ante el PSG y solo dos en seis citas después. Bale debe retomar su mejor versión en Liga si quiere convencer.

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