Lucas es parte de la historia del Real Madrid. Ha trabajado hasta la saciedad y se ha ganado tanto al cuerpo técnico como a la directiva y a la afición. Es el ejemplo a seguir y volvió a ser decisivo frente al PSG. 

Lucas Vázquez, el tapado de Zidane

CLAVE ANTE EL PSG

Podría parecer que Lucas es solo un jugador de repuesto o un revulsivo. De esas piezas que rotan en partidos menos importantes para dar descanso a los pesos pesados del equipo. Pero Zidane volvió a tirar de táctica. Lucas saltó de titular y participó en la jugada del primer gol, ese que rompió las expectativas francesas. Un centro preciso y teledirigido para que Cristiano abriera el marcador. De esta manera, Lucas rememoró sus grandes aportaciones a la historia del Madrid como aquel famoso penalti ante el Atlético en la final de Milán.

Lucas Vázquez, el tapado de Zidane

ZIDANE CONFÍA EN ÉL

El gallego es uno de los jugadores más utilizados por Zidane. Ha estado convocado en 45 encuentros, ha contado con minutos en 39 y ronda la barrera de los 2.000 minutos con cerca de 1.930 en las piernas. Pero no pasa desapercibido por el terreno de juego. Suma sus siete goles y 13 asistencias, de lo que resulta una participación cada 96 minutos en el césped. 

Por si fuera poco, se ve su influencia en los últimos encuentros. De las cinco jornadas disputadas en Liga, en cuatro de ellas ha disputado los 90 minutos asumiendo una gran responsabilidad en las rotaciones y compartiendo también el once con los jugadores más fijos de Zidane. Una línea que mantiene desde el inicio de la temporada: nunca ha estado más de dos partidos sin tener minutos.

Lucas Vázquez, el tapado de Zidane

DE SALIR EN VERANO A AFIANZARSE

Lucas ha sabido jugar con la presión. En verano estuvo cerca de salir y finalmente se ha convertido en un fijo de la rotación de Zidane. Y es que las llegadas de Theo, Llorente y Ceballos, así como el posible fichaje de Mbappé, dejaban a Lucas sin apenas sitio. Tenía pretendientes suficientes y dispuestos a pagar un precio suculento. Sobre todo la Roma de Monchi, que centró su atención en él y en Nacho. Sin embargo, el fracaso del traspaso del delantero francés y la confianza de Zidane le mantuvieron en el equipo y ha alcanzado su nivel más alto: vital tanto en partidos de rotación como en citas históricas.

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