La situación del Tottenham Hotspur es extraña. El equipo entrenado por Mauricio Pochettino se sitúa tercero en la clasificación de la Premier League, a tres puntos del Manchester United -segundo- y a cinco del City -líder-. Con un Harry Kane en plena efervescencia -acumula quince tantos en sus diez últimos encuentros-, los ingleses se postulan como el principal rival a batir por el Real Madrid en la fase de grupos de la Champions League. Precisamente blancos y spurs se enfrentan el próximo martes en el Santiago Bernabéu.

Este sábado el equipo londinense logró su primera victoria como local de la temporada en la competición. Lo hizo ante el Bournemouth, penúltimo clasificado de la liga. Y lo consiguió sin dar muy buenas sensaciones, sufriendo varias ocasiones rivales y teniendo que saltar a los terrenos de juego con un esquema inusual. La lesión de Rose dejó a Pochettino sin laterales izquierdos, por lo que salió con defensa de tres, dos carrileros y hasta cuatro centrocampistas. Fue uno de ellos, el danés Christian Eriksen, el que marcó el único tanto del encuentro en minuto 47. De esta forma, el Tottenham afronta su enfrentamiento ante el campeón de la Champions con un sabor agridulce.

Harry Kane jugando al golf virtual by footbie.com

Noticias relacionadas