Casemiro no solamente es un grande dentro del terreno de juego, sino también fuera de él. Tras terminar el partido de vuelta de la Supercopa de España contra el Barcelona en el Santiago Bernabéu, el centrocampista se fijó en un niño de la grada merengue que le pedía desesperadamente su camiseta.

Tras ver la ilusión y la sonrisa del aficionado, el madridista no dudó en quitársela y entregársela. El chaval no podía creerse que sus sueños se habían hecho realidad y ese día no lo olvidará jamás. El futbolista, con este gran gesto, volvió a demostrar su lado más humano.

Casemiro: "El Real Madrid vive de títulos" by footbie.com

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