El Real Madrid y el Barcelona celebraron este miércoles la habitual comida de directivas previa al encuentro de vuelta de la Supercopa de Europa, a la que acudieron también miembos de la Real Federación Española de Fútbol. Sin embargo, este acto no fue todo lo amistoso que podría ser un evento de este tipo.

La directiva del Real Madrid aprovechó que en la comida estaba presente el actual presidente de la Federación, José Luis Larrea, para quejarse por los errores arbitrales que ha sufrido el conjunto blanco últimamente y, más concretamente, en la ida de la Supercopa, donde De Burgos Bengoetxea perjudicó claramente al cuadro de Zidane.

LAS QUEJAS DEL REAL MADRID

La comitiva de la entidad de Chamartín, con Florentino Pérez a la cabeza, protestaron por la elección del colegiado vasco para el encuentro. No entendieron cómo un árbitro con tan poca experiencia pudo ser seleccionado para dirigir tal encuentro y no fuera uno de los árbitros internacionales que pitan en la liga española. Estas quejas no gustaron a la directiva del Barcelona, lo que provocó que en la comida se respirara un ambiente desagradable y lleno de tensión.

LA SANCIÓN A CRISTIANO EN EL AMBIENTE

Además de estas quejas, la sanción a Cristiano Ronaldo también estuvo presente en la comida. Durante la misma llegó la ratificación de los cinco encuentros de castigo para el portugués, que se perderá el próximo mes de competición liguera, algo que tampoco gustó en el Real Madrid, y que tampoco ayudó a suavizar el ambiente.

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