Desde que decidiera salir del Real Madrid, la situación profesional de Pepe no ha parado de girar sin rumbo alguno. Cuando el portugués se plantó ante la oportunidad de escoger el destino que él quisiera, no podría imaginarse que a una semana de terminar su contrato con el club blanco, su futuro estuviera a punto de llevarle a Turquía para seguir con su carrera.

Pepe rechazó la renovación con el Real Madrid porque sentía que no se correspondía a lo que merecía. El club le ofrecía un año y él pedía más. Con 34 años pocos podrían presumir de que el Madrid le ofrezca seguir vistiendo los colores del doce veces campeón de Europa y Pepe lo rechazó y no solo eso, se marchó por la puerta de atrás cargando contra el club y su propio entrenador.

En un primer momento, parecía que terminaría en China para allí cobrar su último contrato antes de retirarse. Sin embargo, fruto de la ambición que siempre ha mostrado prefirió rechazar la oferta del Hebei Fortune para buscar un destino en un equipo de primer nivel, aspirante a todo. Ahí es donde aparece el PSG.

MISMA OFERTA DEL PSG

El conjunto parisino parecía el destino ideal, sin embargo, se topó con la cruda realidad. Los de Emery le quieren pero solo están dispuestos a ofrecerle un año de contrato fijo, misma oferta que el Madrid le puso sobre la mesa.

UN DESTINO DE SEGUNDO NIVEL

Si decide finalmente no coger la propuesta del PSG, solo le quedan dos opciones que poco tienen que ver con la competitividad que buscaba: Zenit y Besiktas. En Rusia y Turquía viviría algo más parecido a la experiencia en China que rechazó que a jugar en Madrid o en París. Las formas de salir del club de Chamartín no fueron las adecuadas y, ahora, Pepe se ha encontrado con un castigo que no esperaba.

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