El Real Madrid ha comenzado la semana más dura de la presente temporada. Siete días donde tendrá que enfrentarse a los dos rivales más exigentes de toda Europa, el Bayern de Múnich en la vuelta de cuartos de final de la Champions League buscando un pase para las semifinales, y el Barcelona en el estadio Santiago Bernabéu, donde se jugará la Liga.

Las malas noticias para Zinedine Zidane siguen siendo las lesiones, y es que el equipo blanco tendrá que afrontar ambos partidos sin dos de sus centrales, Pepe y Varane, por lesión, y sin Gareth Bale en el extremo izquierdo por un edema en el sóleo. La baja del Galés en el ataque del conjunto madridista abre la puerta a Isco, el cual dejó maravillado al mundo en El Molinón.

Sin embargo, al Real Madrid nunca le ha sentado demasiado bien la baja de Bale. De las tres derrotas que acumula en la presente temporada, dos de ellas fueron sin el extremo galés, junto con cuatro empates. De la misma forma, la eliminación de Copa del Rey ante el Celta de Vigo se produjo sin el atacante blanco, que seguía observando los encuentros desde la grada. A su vez, un pobre Mundialito de Clubes fue disputado sin el jugador madridista, un torneo donde el conjunto de Chamartín no dejó buenas sensaciones.

Por el contrario, tan solo se ha perdido dos encuentros de la Champions League, y en uno de ellos el equipo dirigido por Zinedine Zidane no pudo pasar del empate frente al Borussia Dortmund. El galés ha sido clave en los encuentros más complicados de la temporada como la victoria frente al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón, la goleada en Anoeta o la remontada contra el Villarreal. Una serie de resultados que demuestran la importancia y eficacia de Gareth Bale en el Real Madrid.

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