Tras escuchar las declaraciones de Gerard Piqué al finalizar el parón de selecciones, cualquiera diría que el central del Barcelona debe tener motivos para quejarse y sacar a relucir los trapos sucios del Real Madrid. Cuando en realidad, es el propio club catalán el que acumula hasta tres Champions League conseguidas con mucha ayuda arbitral, concretamente las tres últimas.

ROMA 2009

Sin lugar a dudas la Copa de Europa más escandalosa que se recuerda. El Barcelona se apuntó el mayor robo de la historia en apenas noventa minutos de partido. Un encuentro donde necesitaba conseguir la victoria frente al Chelsea en Stamford Bridge. Hasta cinco penaltis muy claros no señalados a favor del equipo inglés, se tradujeron en el posterior gol de Andrés Iniesta que daría el pase de ronda al club catalán entre un vendaval de quejas de los propios jugadores del Chelsea contra Ovrebo.

LONDRES 2011

Tan solo dos años después, llegó la Champions de las expulsiones incomprensibles. En el partido entre Barcelona y Arsenal, el colegiado del partido, Massimo Busacca, decidió por cuenta propia, expulsar a Van Persie tras no escuchar el pitido del colegiado al señalar un fuera de juego. Una decisión que dejaba al equipo inglés con diez cuando más dominio tenían sobre el conjunto catalán. 

De la misma forma, el Barcelona llegó al Santiago Bernabéu con la resaca del escándalo frente al Arsenal. Sin embargo, no quiso perder la oportunidad de volver a protagonizar uno de los robos que más indignó al mundo del fútbol. Pepe era expulsado tras una falta sobre Dani Alves con roja directa, una entrada donde el jugador portugués no llega a contactar en ningún momento con la pierna del brasileño, que tras retirarse en camilla, volvió al césped sin ningún tipo de problema.

BERLÍN 2015

Y como narra el dicho, no hay dos sin tres. El Barcelona volvía a alcanzar la final de Champions League con mucha polémica en las fases previas de la competición. Sin embargo, fue en la propia final donde volvería a contar con la inestimable ayuda de los colegiados para llevarse el ansiado trofeo a casa. Cuando el marcador reflejaba uno a uno, Dani Alves derribaba con un empujón más una patada a la pierna de apoyo al francés Paul Pogba, que se quedó tirado dentro del área rival sin poder entender como el árbitro no pudo señalar dicho penalti. En la jugada posterior, el equipo catalán marcaba el segundo gol para ponerse por delante.

Noticias relacionadas