Hasta 65.000 espectadores tendrán el privilegio de ver el partido más demandado del verano. Una cifra que parece poca para la expectación que genera el evento. El Clásico se jugará el próximo 29 de julio en Miami en el estadio Hard Rock, sede habitual de los partidos de los Miami Dolphins, y las localidades se han agotado en cuestión de media hora.

En EEUU el fútbol no es un deporte mayoritario, pero poco a poco va ganando adeptos y el duelo español de la International Champions Cup ha levantado la locura entre los estadounidenses. Las entradas tienen un precio mucho más elevado de lo que tiene el mismo partido en Liga o lo tendría en Champions y aun así serán cientos de personas las que se queden fuera sin haber podido conseguir entrada. 

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