El Real Madrid visita San Paolo este martes, uno de los territorios más hostiles de Europa. El llamado infierno napolitano tendrá 60.000 gargantas gritando para llevar en volandas a su equipo hacia la remontada. Desde el club, instan a la grada a dejarse la voz y muestra de ello es la colocación de un medidor de decibelios que esperan romper cuando suene el himno de la Champions.

El Nápoles ha hecho pública la información de la instalación del aparato, desafiando a su público a que demuestre su calor y su apoyo. Piden que se dejen la voz para derrotar al Real Madrid y así demostrar a toda Europa por qué San Paolo es un infierno. Eso sí, tendrán que demostrarlo dentro del campo, donde el Madrid ha demostrado en varias ocasiones que no se achanta en grandes escenarios.

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