El Real Madrid se va a aislar de todo y de todos en su visita a Nápoles. Los de Zidane se alojarán en el Palace Calacciolo, un hotel en el centro de la ciudad. El club ha extremado la seguridad, anteponiendo a tranquilidad de sus jugadores y para ello ha reservado todo el edificio. Un total de 146 habitaciones en las que no se hospedará nadie durante la presencia del conjunto merengue.

Además, la policía local mantendrá un perímetro de seguridad con un radio de 60 metros. Nadie podrá acercarse a los de Zidane, que buscan pisar San Paolo sin ningún incidente pre ni post partido. El Real Madrid garantiza así la tranquilidad de la concentración, pues Nápoles se caracteriza por ser un territorio bastante hostil. De hecho, allá por 1987, la noche previa al encuentro fue un sinvivir para los jugadores merengues, algo que no quieren repetir.

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