Al Real Madrid se le acumulan problemas para afrontar el partido ante el Éibar este sábado. Los de Zidane terminaron el partido ante Las Palmas rotos tras jugar casi 45 minutos con diez por la expulsión tonta de Bale ante un equipo que aprovechó muy bien las contras e hizo correr al conjunto merengue.

El equipo blanco se presentará en Ipurua con tan solo dos días para trabajar y con una carga en las piernas mayor de lo esperado tras el esfuerzo en el Bernabéu. Además, las bajas de Morata y Bale por sanción son sensibles, sumada a la de Varane que sigue recuperándose de su lesión. Zidane tendrá que lidiar con varios problemas, pero cuenta con un as bajo la manga: Casemiro y Modric descansaron ante Las Palmas y llegan frescos para el partido ante Éibar. 

Otro punto positivo de tanto vaivén liguero supone el descanso posterior de cara al partido del Nápoles en San Paolo, el cual se antoja complicadísimo a pesar de la renta obtenida en la ida y para el que el Real Madrid debe llegar descansado y con la mente única y exclusivamente en la Champions.

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