El Real Madrid se juega este sábado seguir manteniendo el liderato en Liga. El conjunto madridista recibe al Espanyol tras el triunfo ante el Nápoles por 3-1 en la ida de los octavos de la Champions. Aunque el resultado no deja la eliminatoria sentenciada, el equipo tiene ahora que centrarse en el campeonato doméstico, donde le esperan cinco encuentros consecutivos, y tres de ellos lejos del Bernabéu. 

Para el primero de ellos, Zidane prepara un once muy distinto al que se vio en Europa. La convocatoria ha estado marcado por la ausencia de Keylor, Modric, Benzema y Ramos. Los tres primeros no están para darles descanso, mientras que el camero es baja por el golpe en la cadera que sufrió ante el Nápoles. Estos cuatros jugadores dejarán paso con casi total seguridad a Casilla, Pepe, Kovacic y Morata, sin embargo, no serán los únicos cambios.

En el lateral izquierdo, Nacho puede entrar en lugar de Marcelo, que lo ha jugado todo desde que volvió de la lesión y no sería descartable darle descanso sabiendo que la semana que viene el club blanco visita a Valencia y a Villarreal. Lo mismo pasa en el centro del campo, donde además de Modric, Zidane podría plantearse que Kroos e incluso Casemiro empiecen desde el banquillo para dar entrada a Kovacic, Isco o incluso Asensio.

MORATA Y LA DUDA DE BALE

Lo que sí es seguro es la presencia de Morata como compañero de Cristiano en el ataque. Zidane le dará los galones en el ataque madridista y lo único que queda por saber es quién será el tercero que los acompañe. Bale vuelve de la lesión, por lo que parece arriesgado sacarle de inicio. Además, el técnico galo es siempre prudente con este tipo de cosas y lo normal es que le vaya dando minutos progresivamente y entre en la segunda mitad. En ese caso, será Lucas el encargado de cerrar el tridente goleador. Muchos cambios pero que demuestran la tremenda plantilla que tiene a su disposición Zidane para hacer un Madrid ganador.

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