Al Real Madrid le espera un calendario de febrero de lo más ajetreado tras la suspensión del partido liguero contra el Celta que se tendría que haber disputado el fin de semana pasado en Balaídos. Los de Zidane tendrán que enfrentarse a un total de ocho partidos en 25 días y para ello, el técnico blanco necesitará a toda su plantilla.

El objetivo principal del Real Madrid es llegar al partido de ida de la eliminatoria de octavos de Champions contra el Nápoles, que se disputará el próximo 15 de febrero, con el mayor número de jugadores en perfectas condiciones. La idea es que Carvajal, Marcelo, Pepe, Modric y James vayan cogiendo ritmo para estar al cien por cien en el partido contra el equipo italiano y así acabar con la plaga de bajas.

Marcelo ya disputó el partidillo del pasado domingo con el que Zidane sorprendió a sus jugadores tras la suspensión del partido contra el Celta. Se espera que el brasileño juegue algunos minutos en el partido liguero que enfrentará al Real Madrid contra el Osasuna esta jornada. Al igual que Pepe que, a pesar de llevar dos mese sin jugar, es posible que entre en la convocatoria y tenga minutos.

Está previsto que Carvajal se reincorpore a sus compañeros en el entrenamiento de este martes -al igual que James-; el objetivo principal de Zidane es que llegue al partido de Champions contra el Nápoles, por lo que aún es duda para la convocatoria del encuentro de Liga contra el equipo de Pamplona. En la misma tesitura se encuentra Modric, Kroos no podrá disputar el partido liguero por sanción, pero este problema no influirá a la vuelta del croata.

Con la enfermería blanca casi vacía, el Real Madrid de Zidane tiene cada día más claro cuál es su objetivo: llegar al partido de Champions contra el Nápoles con la plantilla casi al completo para garantizar el pase a cuartos.

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