Las lesiones nunca son buenas para un futbolista. Y menos si te tienes que apartar de los terrenos de juego casi un año. Andrea Martín ha explicado en el programa Área Chica de COPE cómo se siente una jugadora cuando le dan la mala noticia. Así, la jugadora del Levante Femenino ha explicado que "te tienes que quedar con lo bueno, el día a día, la gente que hay alrededor, que te cuida. Sentir el apoyo de todo el mundo desde el inicio te anima a seguir trabajando".

Además, Martín también ha comentado toda la experiencia de la lesión, desde el inicio, la primera resonancia, hasta que el médico le dijo cuánto tiempo estaría de baja: "Fue un poco curioso, todo fue muy rápido, en la primera resonancia sólo sabía que estaban afectados el cruzado y el menisco, con lo cual yo ya estaba haciendo mis cálculos: seis meses, igual puedo recortar algo… Me metí en cirugía pensando que sólo era cruzado y menisco. Salí de la anestesia y el doctor me dijo que eran diez meses de baja, que no iba a poder recortar el plazo, porque el cartílago requiere unos procedimientos. En ese momento es cuando quizás estaba más abajo, te derrumbas, pero tienes el apoyo de tu familia y es la que te anima, la que te tira a seguir trabajando. Soy una persona positiva, luchadora y creo que al final todo pasa por algo, son oportunidades para crecer".

Cuando me calcé las botas fue como volver a empezar

En esta línea, Andrea ha asegurado que tiene mucha gente a su lado, aunque lo más importante es su familia: "Sin mi familia no hubiera sido posible. Tener a mi familia cerca es lo que más me ha ayudado". Pero todo lo malo ya ha pasado, la futbolista regresó a una convocatoria del Levante en la última jornada y volvió a pisar el terreno de juego: "La semana fue un poco rara. Normalmente las lesionadas damos por hecho que no vamos a estar convocadas. En la charla previa al partido estaba muy nerviosa, pero en el campo me tranquilicé. Cuando me llamó en el minuto 70 estaba pensando en ayudar a mi equipo, estaba deseando salir y hacer las cosas bien".

La jugadora es consciente también de que, a sus 30 años, es una veterana, pero ha admitido que se volvió a sentir como una niña: "El otro día cuando me calzaba las botas era como volver a empezar, como la ilusión de una niña. Era como redebutar". Además, ha explicado que, a pesar de que compite con dos compañeras por el puesto, se llevan "de maravilla": "Al final aprendes de todas ellas todos los días. Para mí es un privilegio y ojalá pueda ganarme el puesto. Sé que lo haremos muy bien juntas. Tenemos la suerte de pertenecer a un vestuario muy humano".

"Creo que ahora mismo no me para nada, ojalá quede Adriana para rato, que las lesiones me respeten y ya está. Tengo muchas ganas", ha señalado. Para concluir, ha asegurado que en el conjunto levantino sueñan con conseguir La Liga: "Sí se sueña con la Liga en el Levante, nunca hay que dejar de soñar. El trabajo se está haciendo fenomenal, las que estamos nuevas intentaremos aportar lo mismo. No hay que bajar los brazos, seguir soñando. Barça y Atlético están aún por encima de nosotras, pero a ilusión y ganas no hay equipo que nos gane".

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