La generación de 2004 del Real Madrid es de oro. El Juvenil A del club blanco, dirigido por Álvaro Arbeloa, se coronó en la Copa de Campeones tras vencer al Betis (1-3) en la final celebrada en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Manu Serrano abrió el marcador con una chilena espectacular y Gonzalo García, tras el empate verdiblanco al filo del descanso, hizo los dos tantos de la victoria en un tramo final de infarto. 

Era el trofeo nacional que le faltaba al Real Madrid. En marzo levantó la Copa del Rey, en abril conquistó la Liga y en mayo se impone en la Copa de Campeones. Un broche dorado para una temporada histórica en la solo faltó triunfar en la Youth League, competición en la que los de Arbeloa cayeron contra el campeón el AZ Alkmaar neerlandés.

El Madrid se frota con un grupo prometedor, con los Nico Paz, Gonzalo García, Jacobo, Manuel Ángel, Álex Jiménez, Diego Piñeiro y un largo etcétera en los que el Castilla y el primer equipo han tenido un ojo puesto durante toda la temporada. Arbeloa se consagra con sus chicos y también se augura para el salmantino un gran futuro como técnico.

[La libreta de Álvaro Arbeloa en el Juvenil A del Real Madrid: esfuerzo, dominio y mentalidad]

Los juveniles del Madrid tuvieron que pasar por una tensa eliminatoria contra el Atlético de Madrid de Fernando Torres para llegar a esta Final Four en la que ganó primero a Las Palmas y luego al Betis para levantar el título. Los blancos cumplieron con su condición de favoritos, pero tuvieron que pelear en una disputada final contra los verdiblancos.

El Madrid tomó pronto las riendas del partido y el 0-1 tardó en llegar poco menos de cuarto de hora. Fue un golazo, eso sí. Tras salir despedido un balón en un córner, Manu Serrano lo cazó en el aire con una chilena para enmarcar. El balón entró por la escuadra de la portería del Betis, mientras los compañeros del futbolista de Pinto se llevaban las manos a la cabeza.

Los de Arbeloa siguieron teniendo oportunidades en la primera mitad, pero fueron sorprendidos por el rival en otra acción a balón parado. Sorroche colgó un córner en el 42' y el costarricense Van der Putten cabeceó impecablemente para empatar el choque. Le tocaba al Madrid reponerse del mazazo poco antes del descanso.

El Betis ganó confianza con el 1-1. Parecía que la final se iba a ir a la prórroga, pero el Madrid apretó el acelerador. Nico Paz tiró de clase para dar impulso por la banda derecha y en una de esas nació una jugada que acabó en gol de cabeza de Gonzalo. En el 81' llegó el 1-2 y en el 87' el 1-3, con el mismo autor, esta vez tras un carrerón con el balón y un disparo seco con la izquierda. Aparición estelar del goleador del Juvenil A que ha hecho 35 tantos este curso. Entremedias de los dos últimos goles, Piñeiro hizo bajo palos su 'milagro' de rigor. Final sellada y explosión de euforia tras el pitido del colegiado.

El carrusel de títulos

Han sido dos meses cargados de éxitos para el juvenil del Real Madrid, que demostró saber estar a la altura. Primero conquistó en el Reino de León su 15ª Copa del Rey, la segunda consecutiva y el primer trofeo de Arbeloa en su primer año como entrenador del segundo filial blanco. Pol Fortuny y Manuel Ángel dieron la victoria contra el Almería

Hace unas semanas tocó la Liga (Grupo 5 de la División de Honor), conquistada a lo grande puesto que el filial madridista y el Atlético llegaban empatados a puntos a tres jornadas del final y se medían entre ellos. El Madrid logró una goleada contundente por 5-0 para dejar encarrilada una competición que cerró con un balance de 27 victorias y tres empates.

El Juvenil A del Real Madrid celebra los títulos de Copa del Rey y Liga Real Madrid

Y la guinda se puso con la Copa de Campeones, título que se le resistía al Real Madrid desde la temporada 2016/2017. Entonces, Arbeloa disputaba en el West Ham su última campaña como futbolista en activo. El momento llegó este sábado: el de Arbeloa es ya el mejor juvenil de toda España.

36 partidos después y sin conocer la derrota (32 victorias contando ya la final), el Juvenil A del Real Madrid cierra una temporada histórica. Ahora es de esperar que el núcleo duro del equipo siga subiendo, mientras es una incógnita lo que ocurrirá con Arbeloa. Podría 'ascender' al Castilla si Raúl González no continuara. Lo que está claro es que su sitio está en La Fábrica, en el Real Madrid, y el hay grandes expectativas puestas en él.