El Real Madrid va a tener que tirar de épica para estar en la Final Four de la Euroliga. El equipo de Chus Mateo, que ya perdió el primer partido de la eliminatoria, se pegó un tiro en el otro pie al caer también en el segundo, por lo que la serie se marcha a Belgrado con un 0-2 que hace saltar todas las alarmas. Poco importa ya lo que sucedió en la fase regular, de nada vale que los blancos fueran terceros y que el Partizán sufriera hasta el final para entrar en la siguiente fase, todo pinta muy oscuro para los madridistas.

Con la gigantesca ausencia de Tavares por lesión, el Real Madrid fue incapaz de sobreponerse a un fatídico inicio que le lastró durante el resto del partido. La entrada al choque fue calamitosa y el parcial de 0-9 con el que se estrenó el marcador se convirtió en una carga muy pesada que no se quitó jamás de la mochila de los hombres de Chus Mateo.

Ni el aliento del público del WiZink Center, ni los esperanzadores triples de Rudy Fernández, ni los constantes intentos de los blancos por reducir la brecha. Nada sirvió para levantar la diferencia con la que se hizo el Partizán y que en ocasiones llegó a bordear los 20 puntos. Cada reacción blanca era sofocada de inmediato por los serbios, que ahora se las prometen muy felices habiendo eliminado por completo el factor cancha.

El próximo martes el Real Madrid se enfrentará a una batalla a vida o muerte en un escenario infernal. Lo tiene todo en contra la escuadra española, que visitará un ambiente hostil como pocos se conocen en el mundo y que tendrán la duda de Tavares hasta el último suspiro. Deberán sobrevivir no una sino dos veces para devolver la eliminatoria a Madrid. 

Lo peor llegó en los minutos finales. El Real Madrid bajó los brazos y se dejó ir viendo que todo estaba perdido, pero entonces se montó una trifulca monumental en el parqué que terminó con varios puñetazos volando. Punter se encaró con Llull, en su rescate acudió Yabusele y a partir de ahí se desataron los golpes y los empujones con varios afectados como Musa. Tal fue el calibre de la trifulca, que los colegiados dieron por terminado antes de tiempo el partido.

El Partizán, en tromba

El Real Madrid sabía que no podía fallar en este segundo encuentro y queria salir a por todas para no repetir los errores de unos días atrás. Sin embargo, su plan se marchó al traste en poco más de tres minutos, los que necesitó el Partizán para marcar el partido con un 0-9 de parcial. Chus Mateo tuvo que tirar de tiempo muerto, pero esta rémora ya no se iba a despegar en los minutos restantes.

Los serbios dominaron el rebote y Exum comenzó a sumar puntos para su equipo de forma imparable. Mientras tanto, en el bando blanco eran Mario Hezonja y Rudy Fernández los que sostenían a los locales para evitar que todo quedara casi visto para sentencia a las primeras de cambio.

Musa sale corriendo ante Punter en plena pelea. EFE

El Real Madrid pareció salir con otro aire en el segundo acto, con más presencia defensiva y con más energía, lo que se tradujo en un parcial de 7-0 en los primeros 3 minutos. De hecho, redujo la brecha casi al mínimo (28-31) y parecía que había dado con la tecla para hacer daño a un rival tan rocoso, pero fue un espejismo que se desvaneció poco después. Al descanso, el 37-51 dejaba las cosas muy cuesta arriba para los de Chus Mateo.

El tercer cuarto pudo ser el punto de inflexión del partido, pero la remontada se quedó a medias. El Real Madrid ilusionó a su parroquia con un excelso Chacho Rodríguez y un sensacional Rudy Fernández matando desde fuera. El 11-2 de parcial puso a los blancos de nuevo cerca (48-53) y la grada creyó más que nunca. Sin embargo, el Partizán contó con el acierto de Punter, Exum o Nunnally en los momentos más comprometidos y cada reacción madridista fue rápidamente sofocada.

Con una desventaja de 13 puntos entraron los de Chus Mateo al último cuarto y poco a poco la frustración se fue apoderando de ellos. No había nada que hacer, el Partizán no ofrecía fisuras y el partido fue muriendo poco a poco. Eso, hasta que llegó la monumental trifulca que se desató sobre el parqué. Una batalla campal con todos los miembros de ambos conjuntos implicados.

Llull y Punter se encararon, rápido llegó Yabusele y también Exum para amenizar la 'fiesta' y el lío que se formó fue monumental. Puñetazos, hombres por los suelos y vigilantes de seguridad entrando en la cancha. Lo tuvo todo, tanto que después de varios minutos de revisión en los monitores los colegiados dieron por finalizado el partido antes de tiempo cuando aún restaban 1:40 por jugar. Finalmente, 10 jugadores del Real Madrid y otros 11 del Partizán fueron descalificados.

Real Madrid 80-95 Partizán

Real Madrid: Williams-Goss (6), Randolph (0), Deck (8), Yabusele (3) y Musa (13) -cinco inicial-, Rudy Fernández (16), Hezonja (16), Hanga (0), Sergio Rodríguez (2), Poirier (12) y Llull (4).



Partizán: Leday (15), Punter (14), Papapetrou (6), Lessort (10) y Madar (4) -cinco inicial-, Abramovic (4), Smailagic (7), Exum (19), Nunnally (16) y Trifunovic (0).

Parciales: 21-31, 16-20, 25-22, 18-20.



Árbitros: Sreten Radovic (CRO), Olegs Latisevs (LET) y Fernando Rocha (POR). Vincent Poirier fue liminado



Incidencias: Partido correspondiente al segundo enfrentaminto del playoff C de la Euroliga disputado en el Palacio de los Deportes (WiZink Center) de Madrid ante 10.267 espectadores.