El Real Madrid suma una de cal y una de arena en esta complicada y extenuante semana. Los blancos vencieron el martes al Bayern de Múnich a domicilio, pero no han podido resistir el asedio de Zalgiris y han terminado cayendo derrotados en Kaunas en un final de partido realmente extraño. A los blancos les queda todavía un partido más, será este fin de semana contra Lenovo Tenerife, líder de la Liga Endesa. [Narración y estadísticas: Zalgiris 81-72 Real Madrid].

El equipo de Chus Mateo estuvo durante todo el choque inmerso en la lucha por la victoria. Fue un duelo tremendamente igualado donde los madridistas pagaron en exceso su falta de acierto en el triple. Hasta que Musa abrió la lata en el segundo cuarto, el Real Madrid chocó una y otra vez contra el aro. Este desacierto también provocó que el conjunto merengue saturara la zona con un Tavares que empezó dominador, pero que terminó colapsando por el cansancio. 

El acierto de Musa, que terminó con 22 puntos, y el de Mario Hezonja, que jugó uno de sus mejores partidos con el Real Madrid para terminar con 17 tantos, fueron insuficientes. Entre los dos consiguieron seis de los ocho triples que anotó un Real Madrid que cerró su irregular actuación con un 28% de acierto desde más allá del arco. El mal día en lo ofensivo fue subsanado, en parte, por la buena defensa. Zalgiris solo superó los 20 puntos en el último cuarto, el decisivo, y el que tuvo como desencadenante una polémica falta antideportiva de Tavares. 

El caboverdiano fue castigado en exceso por una acción en la que fue acusado de golpear a un rival y eso supuso una cruz insalvable para un Real Madrid que también se atascó en el momento en el momento de la verdad. Los fallos en el tiro resurgieron y el buen final de jugadores como Keenan Evans, que terminó con 20 puntos, y de Ulanovas, que se fue hasta los 19 tantos, sellaron una nueva derrota de los blancos en Euroliga. 

Sergio Llull sube el balón en una acción contra Zalgiris Real Madrid

Lucha desde el inicio

Chus Mateo arrancó con un quinteto de claro componente físico. Nigel Williams-Goss ejercía de base con su inseparable Dzanan Musa en el puesto de escolta. Ambos se han convertido en la línea de actuación exterior del Real Madrid en los últimos partidos. Para sustituir a Gaby Deck en el puesto de alero se situaba Mario Hezonja y en la pintura, una pareja que poco a poco se está consolidando como son Cornelie y Tavares. El choque empezó muy disputado entre ambos equipos con defensas muy protagonistas en las que primaba el marcaje individual férreo.

Musa y Hezonja llevaban la voz cantante del Real Madrid en el primer acto, ya que entre ambos consiguieron 13 puntos casi de manera consecutiva. Mientras tanto, Edy Tavares marcaba los tiempos en la zona. Un tapón ya en la recta final de los diez primeros minutos le sirvió para consolidarse como el máximo taponador de la historia de la Euroliga. Chus Mateo agitó la coctelera en la recta final e introdujo algunas modificaciones como la salida de Sergio Rodríguez y de Yabusele. Los blancos buscaron encadenar tres o cuatro buenas defensas de manera consecutiva para abrir hueco, pero sin todo el éxito esperado. Al final del primer acto, mínima renta de 18-21.

Ya en el segundo cuarto, los blancos presentaron nuevas piezas en pista. Salió Alberto Abalde para tomar las riendas del equipo en defensa y también Llull y Poirier para buscar nuevas alternativas en ataque. Sin embargo, el inicio de parcial fue errático y tosco en ambos equipos. Eso sí, Zalgiris arrancó mejor y abrió una buena racha de 9-2 que le permitió dar la vuelta al marcador. Los blancos perdieron presencia en el rebote, tanto ofensivo como defensivo, sin Tavares en pista. Un triple de Tyler Cavanaugh ponía el 30-25 en el electrónico a falta de cinco minutos para el descanso.

Chus Mateo pidió más presencia a Yabusele en la pintura e introdujo a Musa para aumentar la atención de la defensa rival en el juego exterior. El Real Madrid no había anotado un solo triple hasta la reaparición del escolta bosnio, que encontró el aro para cerrar un parcial de 0-7 que devolvía la igualdad al marcador. Sin embargo, el choque entró en una fase completamente loca. Maksvytis detuvo el encuentro con un tiempo muerto buscando la reacción de su equipo y la encontró con otro parcial de 7-0 como respuesta. La primera mitad se cerró con fallos en ambas canastas y con una mandarina de Llull que no encontró el aro. Zalgiris 37-35 Real Madrid.

Vincent Poirier busca jugada en ataque ante Zalgiris Real Madrid

Un final para olvidar

El tercer cuarto no arrancó bien para el Real Madrid. A pesar de que halló el camino hacia el triple con mayor prontitud, Cornelie se levantó y anotó en una de las primeras jugadas, los blancos perdieron fluidez en ataque y se estrellaron contra el muro lituano. Ni Tavares podía imponerse en la zona debido a la subida de nivel de la defensa de los de Maksvytis. Además, en el lado opuesto estaba un Zalgiris que de la mano de Roland Smits y de Evans conseguía estirar el hueco en el marcador. Los blancos solo consiguieron anotar una canasta, el citado triple de Cornelie, en los primeros tres minutos y medio. Hezonja, también desde la línea de tres, ponía fin a la sangría y dejaba el 45-41 tras 25 minutos de partido transcurridos.

Tardó el Real Madrid, pero se recuperó gracias a la explosión del triple con jugadores como Musa o como Nigel-Williams Goss, quien estuvo muy inspirado en esta fase del choque. Eso provocó que el partido entrara en una periodo de intercambio de golpes donde Ulanovas ponía la magia de los lituanos. La mejora ofensiva y la aparición de Tavares, con dos tapones consecutivos, permitieron a los de Chus Mateo recuperar el aliento. La alternativa en el liderazgo del juego también era un claro síntoma de la irregularidad del Real Madrid en el partido. El cuarto no fue bueno, pero consiguieron reducir algo la desventaja y se marcharon a tiro a la batalla final, 56-55.

El inicio del último cuarto siguió el guion marcado por el resto del partido. Continuó el intercambio de golpes. Mientras Tyler Cavanaugh anotaba de tres, Llull respondía con su primer triple del choque. Las diferencias no crecían y la victoria estaba en un puño mientras la tensión crecía en pista a medida que se iba acercando el final. Reinó el desgobierno en la recta final del partido, donde las acciones de talento individual empezaron a dictar sentencia sobre las defensas. Hezonja anotaba de nuevo de tres y empataba el choque, 66-66, a falta de cuatro minutos.

El Real Madrid se estancó en el tramo decisivo y estuvo más de tres minutos sin anotar. Sin embargo, los claros protagonistas fueron los árbitros con varias decisiones polémicas, entre ellas una incomprensible antideportiva señalada a Tavares, que permitieron a Zalgiris abrir un hueco definitivo. Un parcial de 8-0 liderado por Keenan Evans condenó a los de Chus Mateo que se marchan de Kaunas con un mal resultado, 81-72. El Real Madrid suma una nueva derrota en Euroliga y pierde una gran oportunidad de cazar en la clasificación al líder Fenerbahçe.

Zalgiris 81-72 Real Madrid

Zalgiris Kaunas: Evans (21), Giedraitis (2), Hayes (0), Smits (7), Ulanovas (17) -cinco titular-, Dimsa (3), Lukosiunas (-), Birutis (4), Cavanaugh (15), Butkevicius (12), Krivas (-).



Real Madrid: Williams-Goss (4), Hezonja (17), Cornelie (5), Musa (22), Tavares (8) -cinco titular- Abalde (1), Sergio Rodríguez (2), Poirier (6), Llull (3), Yabusele (4), Ndiaye (-).

Parcial: 18-21 | 19-14 | 19-20 | 25-17



Árbitros: Robert Lottermoser (ALE), Piotr Pastusiak (POL) y Uros Obrknezevic (SRB). Sin eliminados



Incidencias: partido correspondiente a la decimocuarta jornada de la Euroliga disputado en el Zalgirio Arena de Kaunas (Lituania) ante unos 14.000 espectadores.