Victoria del Real Madrid en un partido que llegó a tener perdido en el segundo cuarto. El equipo de Vidorreta ganó tácticamente durante varios minutos, pero el equipo merengue apareció en el momento justo para meterse en el partido y cambiarle la cara al duelo. Llull, Causeur y la sangre fría de Deck fueron claves para eliminar al Tenerife en semifinales y llegar a la final de Copa. [Narración y estadísticas: Real Madrid 85-79 Lenovo Tenerife]

La tensión de la previa. Un cara a cara tras varios encuentros ACB. Las batallas tácticas de dos entrenadores con experiencia de sobra a las espaldas. Toda una semifinal de Copa del Rey sin público en la grada, pero suficiente retransmisión en cada banquillo. Tenerife salió a por todas y en apenas unos minutos sorprendió a un Real Madrid completamente superado.

Parecía, por momentos, el encuentro de cuartos entre el Barça y el Unicaja. Porque, como los cajistas, el cuadro isleño marcó distancias rápidamente y sin excesivas complicaciones. Comandados por un Fitipaldo que llevaba la dirección de juego, y con un excelso movimiento de balón a las esquinas, Lenovo Tenerife se adelantaba con el 3-9. Y, pese a los puntos de Causeur y Alocén con ataques muy rápidos del Real Madrid, los de Vidorreta seguían sin renunciar a su liderazgo en el parqué.

La pelea la ponía Fran Guerra, destacado en el inicio de partido, y la presión defensiva la aportaba todo el equipo. La estrategia atrás tinerfeña, efectiva, reducía a las individualidades de Deck la fabricación de puntos madridistas. El 11-19 confirmaba la superioridad canaria ante un Real Madrid que, por mucho que lo intentaba, no conseguía finalizar el primer cuarto sin otra cosa que no fuera el 19-23.

El golpe de gracia, sin embargo, llegaría en el segundo cuarto. Lo que hasta el momento había sido una superioridad mínima, se transformaría en un idilio desde el triple y en una perfección en el juego ofensivo. Porque Tenerife, a lo largo del segundo cuarto, suspendió por completo a un Real Madrid sin ideas en ataque ni puntería suficiente para tirar de suerte. Cavanaugh, acertado en el perímetro, amplió al 20-27 la diferencia en el marcador.

Los de Laso buscaban a Rudy y Tenerife ampliaba las ayudas en defensa. La telaraña era imposible de romper mientras la lluvia de puntos no cesaba entre los isleños. Salin llevaba el marcador al 20-29 y con el 20-32 Laso paraba el encuentro. De nuevo Deck rompía la sequía del Real Madrid, pero no era suficiente. Sin capacidad de ganar el rebote y con demasiadas faltas, el equipo merengue limitaba bastante sus opciones atrás. 22-36 y 22-40 en apenas unos minutos para dibujar un horizonte muy complicado para el anfitrión.

Era el momento más complicado para el Real Madrid. Y, ahí, apareció Sergio Llull. El balear optó por echarse al equipo a la espalda. Darle velocidad al juego era clave para su propia lucidez, y cumplió. Acompañado de un Rudy que, esta vez sí, encontraba fortuna, el Real Madrid cambió por completo la imagen y pasó de un -18 al 35-44. La barrera de los diez puntos se quedaba atrás. Más todavía cuando Causeur aprovechaba el bajón de un Tenerife sorprendido por la embestida. El 40-46, aunque positivo para los de Vidorreta, se convertía en un mal resultado teniendo en cuenta la holgura anterior.

Sangre fría de campeón

La inercia era madridista y Tenerife tenía que luchar contra eso. El Real Madrid quería darle la vuelta al partido y borrar cuanto antes al rival de la pista. Para ello, Laso cambió de táctica y buscó a su mejor soldado: Jaycee Carroll. El escolta jugó sus primeros minutos tras el descanso y la búsqueda constante del triple, aunque no siempre tuvo una finalización correcta, desgastó lo suficiente a la defensa tinerfeña.

Con una rápida salida traducida en un matazo de Tavares, el Madrid mostraba sus cartas. Carroll reducía al 51-57 y, pese al control de un veterano Marcelinho en el juego del Tenerife, el Madrid endosaba un parcial de 11-2 para empatar a 59. Causeur consumraba la remontada y Vidorreta lo paraba. No servía de mucho: 65-62 para cerrar el tercer cuarto y confirmar el cambio de partido.

Los de Laso no solo habían mejorado en cuanto a números, sino también en sensaciones. Se sentían dominadores de un partido que se les había complicado más de lo previsto. Y, en ese ritmo de tira y afloja, el conjunto merengue tenía todas las de ganar. Tanto que el técnico del Real Madrid comenzó a centrarse más en defensa para frenar a un Huertas que hacía demasiado daño. Fue llegar el tramo final, con el partido caliente, y los triples sentenciaron. Primero Deck con el 76-72 y poco después Causeur para alargar la ventaja a los 79 puntos merengues.

Con esas, y pese a la presión tinerfeña, no había tiempo para cambiar lo suficiente. Laprovittola, en pista dando descanso a Llull, cumplió con las expectativas y el Real Madrid se aseguró la final antes del último minuto.

Real Madrid 85-79 Tenerife

Real Madrid: Alocén (5), Causeur (18), Deck (18), Thompkins (6) y Tavares (6) -cinco inicial-, Carroll (11), Rudy (5), Abalde, Tyus (3), Laprovittola (2), Garuba y Llull (11).

Lenovo Tenerife: Fitipaldo (13), Salin (3), Cavanaugh (8), Guerra (15) y Doomerkamp (8) -cinco inicial-, Yusta, Huertas (22), Rodríguez, Shermadini (1), Butterfields (3) y Sulejmanovic (6).

Parciales19-23 | 21-23 | 25-16 | 20-17

Árbitros: Carlos Peruga, Óscar Perea y ArnaU Padrós. Fabien Causeur y Aaron Doornekamp fueron eliminados por cinco personales en el minuto 40.

Incidencias: Primera semifinal de la Copa del Rey de baloncesto disputada en el Palacio de Deportes (WiZink Center) de Madrid a puerta cerrada por la pandemia de coronavirus