El Real Madrid se plantó otro año más en la final de la Minicopa ACB. El infantil blanco se clasificó tras completar un sensacional torneo frente a la gran revelación, el Iberostar Tenerife. Con esa premisa se auguraba una gran final y así ocurrió.

La igualdad fue el factor predominante durante casi todo el partido. Durante el primer cuarto, el Real Madrid fue electrizante desde el comienzo pero los canarios mantuvieron el tipo marchándose solo cinco por debajo del marcador (18-23).

En el segundo cuarto saldría a relucir la figura de Eli Ndiaye. El pivote fue el mejor del partido con 19 puntos y 20 rebotes. Con su sacrificio en defensa como el del resto del equipo, el Madrid logro frenar al Iberostar y mantuvo casi la misma diferencia al descanso (36-40).

En el tercer cuarto llegó el empujón de los aurinegros. Pablo Plascencia lideró la remontada del Tenerife y se marcharon con una ventaja de tres puntos al último y definitivo cuarto (68-65). Ndiaye, con la inestimable ayuda de Nuñez, ejemplificó el arreón final merengue con varias canastas. Iberostar trató de responder con un triple a dos minutos del final pero el Madrid contestó con otros dos lanzamientos de tres para cerrar el encuentro (73-83).

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