No todas las aplicaciones que se pueden instalar en un móvil Android tienen buenas intenciones respecto a los datos de sus usuarios. En España ya ha saltado la alarma más de una vez por apps, que lo único que buscaban era recopilar información y abusar de los permisos que se les concede.

Se debe sospechar de las intenciones de una app si esta solicita permisos que, a priori, no necesita para cumplir su misión principal. Esto no quiere decir que una aplicación sea malware necesariamente, pero lo más conveniente es quitarle los permisos igualmente e investigar sobre su fiabilidad.

Desde hace algunas generaciones, Android cuenta con su propio gestor de permisos, gracias al cual es posible conceder o quitar estos a las diferentes aplicaciones que los soliciten, y es una herramienta ideal si se necesita seguir utilizando una aplicación que solicite demasiados permisos.

Quitar permisos en Android

Lo primero que hay que tener en cuenta es que si se sospecha de que una aplicación instalada en el móvil puede ser malware, lo mejor es desinstalarla lo más rápido posible. Sin embargo, hay otras apps que a pesar de no contener ningún virus, se exceden un poco con las peticiones de permisos, o simplemente no queremos darles acceso a la cámara o a otros elementos sensibles como el micrófono, y es posible quitárselos después de haberlo concedido.

Para ello únicamente es necesario ir a Ajustes, y una vez allí dirigirse a la sección de aplicaciones, dónde habrá una lista con todas las que hay instaladas en el dispositivo. Dentro de la ficha de cada una de ellas se encontrará el apartado de permisos.

Estos pueden estar presentes de tres maneras distintas. Pueden estar concedidos, marcados con la opción de preguntar siempre que se necesiten o bloqueados.

Permisos de aplicaciones El Androide Libre

Es normal que una app como Google Maps necesite acceso a la ubicación del usuario, sin embargo, hay otras aplicaciones que los solicitan aunque no los necesiten, y esto hace que sean sospechosas. Si se tiene claro que la aplicación no necesita acceder a un elemento en concreto, es posible bloquear el permiso, pero si se tienen dudas, la opción más sabia puede ser marcar la opción de preguntar siempre. En este sentido, la decisión depende de cada persona y de la fiabilidad de cada aplicación.



Hay que tener en cuenta que también es posible quitar privilegios a una aplicación aunque los utilice. Por ejemplo, con Instagram, es posible quitarle los permisos de la cámara y del micrófono, pero lo solicitará cada vez que se quiera subir una historia o mandar un mensaje de audio. En algunas capas de personalización es posible encontrar un apartado independiente para la gestión de todos los permisos de las aplicaciones, y puede ser la forma más cómoda de llevar a cabo esta gestión, ya que se accede primero al tipo de permiso y luego a todas las aplicaciones que lo han solicitado.

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