Actualmente estamos viendo como el mercado de los wearables se está viendo incrementado poco a poco. Más personas son las que optan por un reloj inteligente, una pulsera de actividad o simplemente un contador de pasos.

También los fabricantes apoyan esta idea de dispositivo. LG, Asus, Samsung y demás fabricantes han puesto su granito de arena en este nuevo mercado que según varios analistas está por explotar. Pero la incorporación más importante que ha recibido este mercado ha sido la del todopoderoso buscador y dueño de Android, Google.

Pero como toda nueva tecnología, tiene su comienzo.

El comienzo de los dispositivos vestibles

Los primeros accesorios wearables lanzados al mercado no tuvieron ni la menor repercusión en la sociedad. Algunos fabricantes, como IBM con su WatchPad, optaban por este mercado pero fracasaban en el intento ya que no existía nada que llamara la atención de los consumidores.

Posteriormente, Nike con su FuelBand o las pulseras FitBit acercaron esta serie de dispositivos a los deportistas, recopilando información detallada sobre los entrenamientos y demás. La mayoría de personas tomaban esta serie de pulseras como «algo para deportistas, a mi no me hace falta». Hasta que Samsung lanzó su gama Gear, smartwatches inteligentes con sistema operativo Tizen que proporcionaba muchas más opciones, alejándose así de la idea de «wearables para el deporte».

Recalcar también a Pebble, la empresa que comenzó en Kickstarter y que fue un gran impulsor de los wearables a nivel mundial. Además, con mucho mérito ya que estaba basado en papel electrónico y un sistema operativo básico. También informaba de notificaciones. Muy completo aunque algo escaso a estas alturas.

Google, tras ver futuro en este mercado decidió lanzar Android Wear, el sistema operativo de Android especialmente diseñado para dispositivos vestibles. Aquí fue donde otros fabricantes optaron por fabricar sus propios smartwatches y recurrir al sistema operativo de Google. Yo te doy mi sistema operativo y tus compradores me usarán como buscador, los dos salimos ganando.

Desde el lanzamiento de Android Wear se han visto más lanzamientos por parte de Asus con su ZenWatch, Motorola con su Moto 360, LG y su G Watch R o el recién anunciado Alcatel OneTouch Wave. Todos estos dispositivos se suman a los ya lanzados al momento que salió a la luz Android Wear, como son el LG G Watch y el Samsung Gear Live.

Si comparamos 2013 con este año en el que estamos hay una notable diferencia. Mientras que en 2013 se vio como producto más destacable el Samsung Gear, un reloj inteligente con Tizen. En 2014 nos encontramos con un amplio abanico de dispositivos vestibles dominado por Android Wear y con Samsung a dos bandas, con productos con Android Wear y otros como la Gear S que presume de pantalla curva y Tizen como interior.

Samsung, a dos bandas

El fabricante surcoreano Samsung demostró tempranamente su interés por el mercado de dispositivos vestibles. Fue en el MWC 2013 donde junto con el Galaxy Note 3 presentó su Galaxy Gear, un reloj inteligente dotado de un sistema operativo propio, Tizen.

Este reloj no tuvo mucha repercusión dentro del mercado y pocas personas fueron las que optaron por esta serie de gadgets. La sorpresa vino cuando Samsung, aliada con Google, lanzaron un Galaxy Gear cuyo interior no era Tizen, sino Android Wear. A este dispositivo lo llamaron Gear Live y en cierta medida, tuvo más repercusión en el mercado que su antecesor. ¿Se fía más la gente de Google que de Samsung en cuanto a sistema operativo?, tal vez.

Actualmente, Samsung trabaja a dos bandas. Por un lado en este IFA ha lanzado su nuevo reloj la Galaxy Gear S y también lanzó una renovación en el MWC 2014 del Gear sacando Gear 2 y Gear 2 Neo. Pero también trabaja codo con codo con Google para lanzar terminales con Android Wear. ¿Por cuál acabará decantándose?

Todo en tu muñeca

La finalidad de esta serie de dispositivos wearables es clara y concisa: todo tu smartphone al alcance de tu muñeca. Los smartwatches a día de hoy requieren de un dispositivo al que vincularse para obtener información a través de internet o del mismo dispositivo.

Pero la finalidad mayor que le encuentran los usuarios a esta serie de gadgets es la de no tener que coger el smartphone para ver la notificación que te ha llegado. Así poder ver si la notificación es importante y si es así, responderla directamente con nuestra voz mandando un mensaje. O en el caso de ser irrelevante, descartarla y que desaparezca de nuestro dispositivo como si ya la hubiésemos visto.

Incluso algunos relojes dotados de micrófono te permiten responder llamadas. Algo a lo que aún veo «lagunas» por el hecho de que necesitas tener conectado unos auriculares para así no tener que sacar el smartphone del bolsillo. Sería buena idea la incorporación de un altavoz a estos relojes, aunque las llamadas dejarían de ser personales.

Yo como usuario que he podido usar Android Wear, creo que aporta bastantes comodidades. Desde responder a un mensaje con la voz hasta controlar la música que se reproduce por mi teléfono.

Pero.. ¿Aportan algo extra?

Actualmente los dispositivos vestibles necesitan de un smartphone al que vincularse para tomar y enviar información o simplemente configurarse. Es el caso de Android Wear que actualmente necesita de un dispositivo Android al que vincularse para poder usarse. ¿Llegará el día en que Android Wear sea completamente independiente de un smartphone?, espero que sí.

Ya hay relojes como el Gear S que no requieren de un smartphone para configurarse o vincularse. Aunque claro, no podremos disfrutar de todas las posibilidades como registro de actividad si no lo tenemos vinculado a un dispositivo, aunque con la incorporación de ranura para tarjeta SIM para dotarlo de 3G ya lo convierte en más «independiente».

¿Qué hace tu reloj que no puedas hacer con tu smartphone?, actualmente nada. Podemos ver las notificaciones en nuestro smartphone, ver el tiempo y también ver la hora. ¿Quién no ha utilizado su móvil como reloj?, porque yo sí.

Además, nos añade preocupaciones, ni más ni menos que la batería. Si ya hay días en los que lo pasamos mal por no llegar al final del día, imagínate sumar otra preocupación como esa a tu día a día. Por no decir que actualmente esta serie de relojes carecen de una batería destacable que dure más de un día.

Comprar un reloj inteligente a día de hoy es comprarte comodidad pero ninguna utilidad extra. Eso sí, esas comodidades a mi me encantan.

Ventas mundiales

La acogida de estos wearables ha sido bestial. Tanto es así que un análisis realizado por el IDC afirma que en este 2014 se esperan unas ventas de 19 millones de unidades. Es decir, un crecimiento del 684% con respecto al 2013. Es impresionante lo que puede hacer un sistema operativo llamativo como Android Wear o Tizen.

Las personas empiezan a ver como útil esta serie de dispositivos y quiere incluirlos en su día a día. Es cómodo no tener que sacar nuestro smartphone para ver la notificación que hemos recibido, responderla sin sacarlo del bolsillo y además, controlar en algunos casos nuestro dispositivo con la muñeca, como es el caso de la música.

Sin duda, creo que tiene un camino próspero por delante esta serie de wearables. La gente empieza a verlo como una utilidad y los fabricantes se preocupan más por lanzar nuevos relojes o pulseras que proporcionen más funciones. Por no decir que en un futuro su precio de venta se verá reducido a cuenta de una mayor demanda.

Mercado en auge

Este mismo análisis del IDC también afirma que para 2018 llegará el punto álgido de ventas de wearables, alcanzándose aquí unas ventas de 119 millones de unidades. Esto quiere decir que en cuatro años, se venderán 100 millones de wearables con un crecimiento anual del 78,4%.

Esperemos que por entonces, los smartwatches tengan más utilidades y sobre todo, una mejor batería. Por lo pronto, en 2015 se espera el lanzamiento del nuevo reloj de HTC y alguna que otra novedad por parte del resto de fabricantes. ¿Veremos un nuevo reloj de Samsung con Android Wear u optará por Tizen?, ¿Motorola sacará algo más económico?, ¿se adentrará Xiaomi o OnePlus en este mercado acercando así esta tecnología a bolsillos más económicos? Preguntas sin respuestas que se verán respondidas en estos años próximos.