Puede que vuestro ansia por las piruletas no se pueda clasificar por escalas humanas, pero es mucho mejor una actualización buena y tardía que una temprana y con multitud de fallos. No todo lo que sabe a Lollipop puede ser tan bueno, más si ha llegado más pronto, así que tened paciencia.

Las actualizaciones no siempre son buenas: si se hacen de mala manera o se hacen con prisas, los usuarios pueden vérselas con un problema bastante serio. Errores, fallos insospechados, incompatibilidades… hay un precio caro para esas actualizaciones prematuras, y ese precio termina siendo pagado por los usuarios finales, a fin de cuentas.

LG G3, un afectado más de las actualizaciones prematuras

El LG G3 ha sido uno de los primeros Android en actualizar: LG parece que está intentando hacer las cosas bien, y han sido rápidos a la hora de dar la actualización de Lollipop a su buque insignia. Sin embargo, puede haber sido una mala jugada por parte de los coreanos, porque los usuarios no paran de quejarse de fallos que tiene la versión de Lollipop, cosa que ha provocado que retiren de momento la actualización.

Sólo tenemos que irnos a foros especializados como HTCmania, o en Twitter mismamente, para darnos cuenta de lo sucedido: usuarios quejándose de que la actualización no va bien, recomendaciones entre foreros de no actualizar a Lollipop, y opinión generalizada de que han terminado por retirar la actualización del circuito de OTAs de Google.

Incluso algunos foreros afirman que sus LG G3 han muerto después de la actualización, todo un despropósito que ha terminado por provocar que Vodafone retire la actualización alegando problemas en Lollipop detectados por Google. Una decisión sensata viendo el nido de problemas en el que se había convertido.

Algo parecido es lo que ha pasado con Lollipop en general y los dispositivos Nexus: nos hemos estado encontrando con problemas en Lollipop, cosa que ha provocado que Google lance nuevas versiones junto con una futura 5.1 como corrección de errores del sistema. En Motorola tampoco quieren jugársela, y van a reservar Android 5.0.1 para todos sus Moto G, un intento de no encontrarse con tantos errores por el camino después de haber estado probando.

Lollipop 5.0: ¿una actualización prematura?

Lo cierto es que todos queremos actualizar cuanto antes, cosa razonable y que añade cierta presión a los fabricantes, pero no nos damos cuenta de que las cosas no se pueden hacer con demasiada prisa si queremos que salgan bien. Si se hace un lanzamiento malo y prematuro, suceden cosas como este caso al que nos enfrentamos.

Y no sólo hablo de Android, cualquier actualización de sistema inmadura puede ser un auténtico desastre, estemos en el sistema operativo que estemos. Sabemos que todos queréis el sabor a piruleta en vuestro Android, pero creedme: lo bueno se hace esperar, y esa espera termina valiendo la pena, sobre todo si se traduce en una buena actualización.