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Las consecuencias de la burbuja de la inteligencia artificial ya se están dejando notar en el sector comercial; comprar un ordenador o un smartphone va a ser más caro que nunca, y la alternativa no nos va a gustar porque supone empeorar la experiencia.

En concreto, el gran problema se encuentra en el precio de la memoria RAM, que está alcanzando niveles nunca vistos por culpa de la elevada demanda; los modelos de inteligencia artificial necesitan mucha memoria, y los fabricantes están abandonando a los consumidores para sacar más beneficio vendiendo al sector de la IA.

Pero ¿cómo exactamente nos vamos a ver afectados por esta tendencia del mercado? El último estudio de Trendforce hace una estimación de cómo los smartphones y portátiles que serán lanzados en el 2026 serán peores que los actuales.

En vez de subir los precios de los dispositivos en varios cientos de euros, muchos fabricantes optarán por incluir menos memoria RAM, un auténtico paso hacia atrás que en algunos casos puede afectar seriamente a la experiencia, con sistemas más lentos y menos capaces.

En concreto, el estudio de Trendforce adelanta que los smartphones más baratos, de gama de entrada, se van a quedar en los 4 GB de memoria RAM, en vez de los 8 GB que son cada vez más comunes en este rango de precios.

La gama de entrada, o la gama baja, es la que menos beneficios da por cada unidad vendida, así que los fabricantes tienen una presión considerable para no subir los costes; como resultado, la capacidad volverá a los 4 GB que era común hace unos años.

Pixel 10 Pro XL Chema Flores

En la gama media de smartphones, se prevé que los 12 GB desaparezcan completamente y de manera gradual a lo largo del año que viene; estos dispositivos contarán como mucho con 8 GB de memoria RAM, posiblemente 6 GB.

Por último, la gama menos afectada es la gama alta; los márgenes más amplios que ofrecen estos dispositivos permiten a los fabricantes asumir más costes sin aumentar el precio final. Sin embargo, el estudio advierte que la transición a los 16 GB que ya había dado comienzo se ralentizará.

Las noticias son igual de malas en el sector de los ordenadores portátiles, tal vez incluso peores. De hecho, el estudio revela que los modelos más baratos se van a quedar en los 8 GB que ya tienen por una sencilla razón: es difícil ejecutar Windows 11 con menos de 8 GB de memoria.

La cosa puede cambiar a largo plazo, si se consiguen avances para reducir el consumo de memoria, pero al menos, a corto plazo es difícil para los fabricantes ofrecer menos de 8 GB.

MegaBook K15S de TECNO. Manuel Fernández Omicrono

Lamentablemente, eso significa que el gran sacrificio se hará en la gama media, que se espera que baje a los 8 GB de RAM en vez de los 16 GB que ya se consideraban imprescindibles en este sector.

La gama alta se centrará en ofrecer portátiles con esos 16 GB, pero probablemente sufrirán una gran subida de precios como consecuencia; y es que en muchos casos el fabricante no tendrá otra opción, si sus portátiles tienen la memoria soldada en la placa base y no pueden cambiar los módulos, por ejemplo.

Esto significa que la inmensa mayoría de los nuevos portátiles vendrán solo con 8 GB de memoria RAM, e irónicamente, eso significa que un ordenador nuevo probablemente tendrá un peor rendimiento en muchas tareas que uno comprado hace uno o dos años.