La escalada de precios en la tecnología de consumo es una realidad que ya está afectando de lleno a los consumidores en España, y la razón principal se esconde tras el auge imparable de la inteligencia artificial.
Los analistas del sector, junto con los ejecutivos de las principales marcas, están lanzando una advertencia clara: el precio de los componentes está subiendo.
Esperar a 2026 podría suponer pagar un precio notablemente superior por un dispositivo de gama similar al que puede adquirir hoy.
El núcleo de este problema reside en la escasez y el encarecimiento de los componentes vitales de un smartphone, especialmente los chips de memoria RAM y los procesadores.
La explosión de la IA generativa ha disparado la demanda de memoria de alto rendimiento, como la HBM (High Bandwidth Memory), que se utiliza en los grandes centros de datos.
Los gigantes de la fabricación de memorias, como Samsung y SK Hynix, están volcando sus recursos y líneas de producción en este mercado más lucrativo, dejando a un lado la producción de la memoria DRAM y NAND, esenciales para los móviles y otros dispositivos de consumo.
Las cifras en torno a la memoria son alarmantes. En los últimos meses, el precio de la RAM para servidores ha visto incrementos de hasta un 300% en algunos segmentos. Y en el caso de los móviles se habla de subidas de hasta el 170%.
Parte del proceso de fabricación de memorias RAM de Micron Technology
Aunque el impacto en los smartphones es menor, es directo. Se estima que el coste de los chips DRAM y NAND que se integran en nuestros teléfonos podría subirel precio final de los móviles dado que suponen entre el 10 y el 15% del precio total.
Este aumento no es un rumor; ha sido confirmado por advertencias directas de fabricantes de dispositivos. El directivo de Xiaomi Ma Zhiyu ha sido uno de los ejecutivos más vocales al señalar que la presión sobre la industria de componentes será máxima en 2026, lo que repercutirá inevitablemente en el precio final de venta.
Hemos llegado a absurdos como que la división de memorias de Samsung se niegue a venderle a la filial de dispositivos electrónicos RAM porque sacará más margen vendiéndolo a otras empresas.
Este desplazamiento de la producción tiene un efecto en cascada. El mercado de consumo se enfrenta a una menor oferta de chips de memoria, lo que, por ley de mercado, eleva su coste.
Para el usuario, la traducción es sencilla: el móvil que se compre en 2026 por el mismo precio que uno actual, probablemente tendrá menos memoria RAM o de almacenamiento interno. Ya empezamos a ver los primeros rumores. Y habra subidas también en portátiles y ordenadores.
Los analistas anticipan que el incremento general en el coste de los dispositivos electrónicos de consumo podría rondar el 20%.
A este problema se suma el encarecimiento en la fabricación de los procesadores, que son el cerebro de los terminales. Compañías como Qualcomm, que domina la gama alta de Android con sus chips Snapdragon, dependen de las fundiciones avanzadas como TSMC.
La firma taiwanesa ha notificado a sus socios comerciales una subida de precios anual para los próximos cuatro años en todos sus nodos de fabricación de menos de 5 nanómetros, la tecnología necesaria para los procesadores más potentes.
Este incremento, aunque se sitúa entre el 3% y el 5% anualmente, se acumula y se traslada directamente al coste de los SoCs (System-on-a-Chip) que Qualcomm suministra a los fabricantes.
El desarrollo de procesadores capaces de ejecutar modelos de IA de manera local también exige más potencia, diseño y, por lo tanto, un mayor coste.
La suma de un procesador más caro fabricado en una fundición más cara, junto con la necesidad de incorporar memoria RAM que también ha multiplicado su valor, crea una tormenta perfecta para la inflación de los precios de los smartphones.
La urgencia de actualizar su dispositivo ahora se basa en las siguientes predicciones del mercado:
- Precios más altos: Los nuevos modelos lanzados en 2026 podrían ver un incremento de precio notable respecto a sus predecesores, en muchos casos sin grandes avances tecnológicos que lo justifiquen más allá de los costes de producción.
- Recorte de especificaciones: Los fabricantes se verán obligados a reducir costes, lo que podría traducirse en menos memoria RAM o menos almacenamiento interno en los modelos de gama media y baja, para mantener un precio competitivo.
- Menos ofertas: El margen de beneficio se estrechará, haciendo que las ofertas de Black Friday o campañas similares sean menos agresivas en el futuro.
Si tu móvil actual está dando señales de fatiga, el momento de invertir en un reemplazo es ahora. Los precios actuales, aunque puedan parecer altos, podrían ser un lujo inalcanzable a finales de 2026.
La revolución de la Inteligencia Artificial está remodelando el mercado de componentes, y su daño colateral directo será un impacto significativo en el bolsillo de todos los consumidores de tecnología. Al menos ayudará cuando los móviles no cambien de sensores de un año a otro.
