Viajar desde España a cualquier parte del mundo se ha convertido en una experiencia que combina la emoción del viaje con la necesidad de una preparación meticulosa, sobre todo si viajamos en avión.
Además de tener que medir la maleta, pesarla, comprobar que no incumplimos ninguna normativa, hemos de tener cuidado especialmente en lo que respecta a la tecnología que llevamos en el bolsillo.
Volar en avión y gestionar nuestro móvil inteligente requiere un conjunto de acciones para evitar tanto facturas desorbitadas como contratiempos de seguridad o aburrimiento en vuelos largos.
La preparación para un viaje aéreo no comienza en el aeropuerto, sino días antes en casa. Es en este momento cuando debemos tomar las decisiones más importantes sobre cómo gestionaremos nuestra conectividad y qué llevaremos con nosotros.
La gestión de la conectividad internacional
El primer y más costoso error de un viajero novato puede ser es aterrizar en un país extranjero, desactivar el modo avión y permitir que el teléfono se conecte a una red local mediante la itinerancia de datos, también conocida como roaming.
Los viajeros que salen de la Unión Europea, donde las tarifas suelen estar reguladas, se enfrentan a costes prohibitivos por MB en destinos de América, Asia o África.
Por lo tanto, la regla de oro es desactivar la itinerancia de datos en los ajustes del teléfono antes de salir de España. Y ojo, porque hay países europeos que no están en la Unión Europea.
eSIM
La mejor opción es usar una eSIM o SIM virtual. La mayoría de los teléfonos inteligentes de gama alta o media ya la incorporan.
Esta tecnología permite instalar un plan de datos de un operador local o global sin necesidad de cambiar la tarjeta SIM física.
Semanas antes del viaje, se pueden adquirir planes de datos a través de aplicaciones o sitios web especializados, eligiendo el destino y la cantidad de GB necesarios.
La instalación suele ser tan sencilla como escanear un código QR. Al aterrizar, el viajero simplemente activa esta eSIM como la línea principal para datos móviles.
Preparando el dispositivo móvil
Antes de salir, es fundamental revisar las aplicaciones instaladas. Muchas de ellas consumen datos en segundo plano, actualizando contenidos o enviando telemetría.
Cientos de turistas hacen colas en los puestos de embarque de Ryanair, en el Aeropuerto Costa del Sol.
Es aconsejable entrar en los ajustes del teléfono y restringir el uso de datos móviles en segundo plano para todas las aplicaciones que no sean esenciales, como el correo electrónico o la mensajería instantánea.
Esto no solo ahorra datos de nuestro plan de viaje, sino que también prolonga la duración de la batería.
La seguridad es otro pilar. Nos conectaremos a redes Wi-Fi públicas en aeropuertos, hoteles y cafeterías. Estas redes son inherentemente inseguras y pueden ser utilizadas por actores maliciosos para interceptar datos.
Es altamente recomendable instalar y utilizar una aplicación de VPN o Red Privada Virtual. Una VPN cifra toda la conexión a internet, haciendo que sea ilegible para cualquiera que intente espiarla.
Además, es buena idea actualizar todas las aplicaciones y el sistema operativo del teléfono a sus últimas versiones, ya que estas actualizaciones suelen incluir parches de seguridad críticos.
También es el momento de revisar los métodos de autenticación multifactor. Si alguno depende de recibir un SMS a nuestro número español, podría fallar en el extranjero.
Es mejor cambiar estos métodos a aplicaciones de autenticación, como Google Authenticator o Microsoft Authenticator, que funcionan sin conexión.
El contenido es el rey
Mucha gente asume que tendrá conectividad durante el vuelo. La realidad es que la red Wi-Fi a bordo, cuando está disponible, suele ser lenta, cara y poco fiable.
La aplicación de Netflix para Android
La mejor estrategia, especialmente para vuelos largos, es descargar el entretenimiento con antelación. El modo avión inutilizará la conexión a internet, por lo que el contenido debe estar almacenado localmente en el dispositivo.
Plataformas de streaming como Netflix, Amazon Prime Video o Disney+ permiten descargar películas y series completas para su visualización sin conexión.
Lo mismo ocurre con aplicaciones de música como Spotify o Apple Music, que permiten descargar listas de reproducción. No hay que olvidar los podcasts y los libros electrónicos.
Pasar unas horas antes del viaje descargando todo este material marcará la diferencia entre un vuelo tedioso y uno entretenido. Igualmente útil es descargar los mapas de las ciudades de destino en aplicaciones como Google Maps.
Esto permite usar la navegación GPS sin necesidad de gastar datos móviles al llegar.
La llegada al aeropuerto
El día del vuelo, el móvil se convierte en nuestra herramienta principal. Suele contener la tarjeta de embarque digital, las reservas de hotel y la información del vuelo.
Imagen del aeropuerto de Málaga.
Al llegar al aeropuerto, es tentador conectarse inmediatamente a la red Wi-Fi gratuita. Si se hace, debe ser siempre activando la VPN que preparamos anteriormente.
Suele ser obligatorio sacar de la maleta de mano los ordenadores portátiles, las tabletas y, en algunos aeropuertos, también los libros electrónicos y las cámaras grandes.
Pero hay una norma de seguridad relacionada con los móviles que pocos conocen y es crucial. El personal de seguridad puede solicitar en cualquier momento que el pasajero encienda sus dispositivos electrónicos.
El objetivo es comprobar que son dispositivos funcionales y no carcasas vacías utilizadas para ocultar objetos prohibidos.
Control de seguridad en el aeropuerto.
Si un teléfono, tableta o portátil no se enciende porque no tiene batería, el personal de seguridad tiene la potestad de denegar el embarque.
Pueden confiscarlo o, en el mejor de los casos, obligar al pasajero a salir de la zona de seguridad para facturarlo, con el riesgo de perder el vuelo.
Por tanto, es esencial que todos los dispositivos electrónicos lleven carga suficiente para poder ser encendidos en el control.
Las baterías externas, o power banks, también tienen su propia regla: deben ir siempre en el equipaje de mano. Está terminantemente prohibido facturarlas en la bodega debido al riesgo de incendio que suponen las baterías de litio.
Y, por supuesto, hay limitaciones con el tamaño de las mismas. Así que hay que tener cuidado con la que elegimos para viajar.
Qué significa realmente el modo avión
El modo avión es un ajuste del teléfono que desactiva todas las transmisiones de radiofrecuencia. Esto incluye la red celular, que impide hacer llamadas o usar datos móviles, pero también desactiva el Wi-Fi y el Bluetooth.
Si activamos WiFi con modo avión, la próxima vez el móvil lo recordará
Con todo, en Android es posible usar ambas conexiones con el modo avión si así lo queremos. La razón de esta exigencia, especialmente durante el despegue y el aterrizaje, es por precaución.
Aunque es poco probable, existe un riesgo teórico de que las señales emitidas por miles de dispositivos a bordo puedan interferir con los sensibles sistemas de navegación y comunicación de la aeronave en sus fases más críticas.
Usando el móvil correctamente en el aire
Una vez que el avión alcanza la altitud de crucero y se apaga la señal de abrocharse los cinturones, la tripulación suele anunciar que ya se pueden utilizar los dispositivos electrónicos.
El modo avión debe permanecer activado en lo que respecta a la red móvil. Sin embargo, en la mayoría de las aerolíneas modernas, sí se permite volver a activar el Wi-Fi y el Bluetooth manualmente.
Una persona usando el móvil en el avión
El Bluetooth es esencial para conectar auriculares inalámbricos.. El Wi-Fi se puede activar para conectarse a la red interna del avión.
Algunas aerolíneas ofrecen entretenimiento a través de esta red, permitiendo ver películas o seguir el mapa del vuelo en nuestro propio dispositivo. Otras ofrecen paquetes de internet de pago para navegar o usar mensajería.
La llegada al destino
El modo avión debe mantenerse activado hasta que la aeronave se haya detenido completamente en la puerta de embarque y la tripulación dé el permiso. Desactivarlo mientras el avión aún en movimiento es una mala práctica.
Una vez dentro de la terminal, si se ha optado por una eSIM, se debe desactivar el modo avión. El teléfono buscará red.
Se debe entrar en los ajustes de datos móviles, confirmar que la línea española tiene la itinerancia de datos desactivada, y seleccionar la eSIM de viaje como la fuente principal para los datos móviles.
En pocos segundos, el teléfono debería conectarse a la red local asociada a la eSIM, y la conectividad a internet estará restaurada sin riesgo de facturas sorpresa.
