Este año 2025 hemos asistido a una nueva moda en el sector de la telefonía móvil que tenía grandes aspiraciones. Tras los teléfonos grandes, los Plus y los pequeños, los Mini, llegaron los móviles muy finos.
Que la delgadez es un factor importante en el dispositivo que usamos a diario en la mano es algo que no es nuevo, pero sí que lo es el que un móvil destaque, o lo intente, solo por eso.
Los dos mayores actores del mercado han lanzado móviles centrados en eso en este año, el Samsung Galaxy S25 Edge y el iPhone Air. Aunque marcas como Motorola o Huawei preparan sus propuestas.
Y ninguno de ellos se va a recordar como un éxito de ventas ni mucho menos. Eso podría indicar que han sido un fracaso, y es cierto. Con un matiz.
Los móviles normalmente se diseñan para que se vendan en grandes cantidades, o en cantidades medias con gran margen por unidad vendida. Pero a veces hay más motivos.
Terreno de nadie
Si analizamos las ventas de los móviles ultrafinos que se han puesto a la venta se puede ver que no han alcanzado el éxito ni de los modelos de gama más alta ni de los más básicos.
Los sacrificios que se han tenido que hacer no sólo en autonomía, sino también en el apartado fotográfico o el del sonido (en el caso del iPhone), ha echado para atrás a muchos compradores.
iPhone Air
Sí, se tenía un móvil más fino y ligero pero, salvo en casos únicos, poca gente se quejaba de que el S25 o el iPhone 17 fueran móviles excesivamente pesados.
Podría pasar con los Pro Max o los Ultra, pero es que jugaban en otra liga, sobre todo en cuanto a especificaciones técnicas.
Y sí, el diseño siempre es un factor importante en la compra de un móvil, más de lo que los tecnófilos suelen reconocer, pero no a costa de funciones críticas como la cámara o la batería.
El punto ¿medio?
Nunca hay que perder de vista el efecto señuelo que se usa en marketing para dirigir al comprador a que elija un producto en concreto.
Samsung Galaxy S25 Edge
Esta estrategia es la que usan, por ejemplo, las cadenas de comida rápida cuando crean tres menús de diferentes precios, con uno básico aceptable, uno mediano desproporcionado en precio y uno grande que, en comparación, resulta muy atractivo.
Esto hace que el comprador piense "pues por poco dinero me llevo el mayor". También se usa para posicionar un elemento mediano entre dos opciones que, realmente, no se tiene interés en vender.
La idea es dar la sensación de que hay mucho donde elegir pero donde el producto que se quiere vender se posiciona de una manera concreta.
En el caso de los móviles, los Edge o Air han servido como justificación para comprar un Pro o un Ultra. Es decir, muchos compradores pueden pensar "para pagar lo que vale un iPhone Air me compro un iPhone 17 Pro".
Samsung Galaxy S25 Ultra
Y lo mismo pasa con el Edge de Samsung, "para comprarme el Samsung Galaxy S25 Edge, pongo un poco más y me llevo el mejor el Galaxy S25 Ultra".
Un elemento clave a futuro
Pese a que las ventas de estos modelos han sido mucho más bajas de lo esperado, y algunos rumores apunten a que no habrá futuros modelos Air o Edge, eso no quiere decir que no haya una parte de éxito.
Estos móviles se han planteado como demostraciones de lo que la tecnología permite actualmente.
Se ve claramente en el Samsung Galaxy S25 Edge, que ha dado lugar al muy exitoso Samsung Galaxy Z Fold 7, uno de los plegables más alabados de la historia.
Samsung Galaxy Z Fold 7
Y es que para que el Z Fold 7 haya sido un éxito Samsung necesitaba tener la tecnología que le permitía disminuir drásticamente no sólo su grosor, sino también su peso.
Y en el caso de Apple podríamos ver algo similar si, finalmente, en 2026 presenta su primer móvil plegable, como apuntan todos los rumores, aunque otros apuntan a 2027.
Los móviles ultrafinos quizás ayuden a que, de media, el grosor y peso de los móviles normales baje algo de aquí a unos años, algo que se agradece dado que el peso cada vez es mayor por el aumento de tamaño de las baterías.
Pero el factor clave estará en los plegables, que podrían ser algo más comunes si el precio medio baja y, sobre todo, si no suponen un problema en el día a día, algo que hasta ahora en ocasiones era.
Marcas como Huawei, HONOR o Xiaomi ya tienen modelos así en China, pero en occidente las opciones son mucho más limitadas.
Esto se ve principalmente en Estados Unidos, donde las dos principales (y casi únicas) marcas, Samsung y Apple, están empezando a plantear sus estrategias a medio plazo.
Además, los móviles plegables tienen un precio más alto, así que también pueden tener un mayor margen de beneficio para las marcas, lo cual les interesa.
Aún estamos a dos o tres años vista de ver si esta estrategia es la adecuada, si seguiremos viendo modelos Edge o Air aunque solo sea para crear el efecto señuelo.
O quizás los fabricantes opten por lanzar modelos plegables de nueva generación que atraigan a un público que, hasta ahora, no les había prestado atención.
