En algo más de un año, Xiaomi ha conseguido convertirse en un peso pesado en el sector del automóvil, pese a contar únicamente con dos modelos por el momento: el Xiaomi SU7 y el nuevo Xiaomi YU7.
Xiaomi Auto, la división dedicada a los nuevos coches, ya ha confirmado su intención de expandirse al mercado global, empezando por Europa a lo largo del 2027; y eso ha activado las alarmas de fabricantes ya establecidos, que temen que la marca china les quite clientes.
No es ningún secreto que muchas de estas compañías están importando unidades del Xiaomi SU7 para estudiarlas y descubrir por qué está teniendo tanto éxito; estos coches han aparecido en las sedes centrales de rivales como Hyundai o incluso la mismísima Ferrari.
Ahora, por primera vez una de estas marcas rivales de Xiaomi ha admitido públicamente que compró e importó un Xiaomi SU7 con el objetivo de desmontarlo y estudiar su tecnología y diseño; y la conclusión a la que ha llegado es sorprendente.
Ha sido RJ Scaringe, el CEO de Rivian, el que ha 'confesado' esta práctica en una entrevista a Business Insider; aunque por el momento Rivian vende sus SUVs y camionetas eléctricas exclusivamente en los Estados Unidos, ya está preparando su expansión a Europa, donde coincidirá con Xiaomi.
Robert "RJ" Scaringe, CEO de Rivian, en una foto de archivo
Scaringe no tuvo reparos en elogiar el trabajo de diseño y producción del Xiaomi SU7, afirmando que está basado en una plataforma "muy bien ejecutada e integrada con la tecnología", refiriéndose a cómo Xiaomi no depende de terceros para la parte tecnológica de sus coches.
El CEO llega incluso a admitir que el Xiaomi SU7 es uno de los coches que consideraría comprar si viviese en China, donde la californiana Rivian no tiene presencia alguna, porque está "muy bien hecho".
Los Rivian competirán directamente contra el Xiaomi YU7
Sin embargo, ahí es donde terminaron los elogios. De manera sorprendente, Scaringe afirma que Rivian no ha aprendido nada nuevo durante el desmontaje del Xiaomi SU7; y apunta a factores externos para explicar el éxito del primer vehículo de la marca.
Aunque Scaringe reconoció que el precio es uno de los elementos clave del éxito del SU7, realmente la compañía ya entendía cómo Xiaomi había conseguido reducir los costes sin necesidad de investigar el coche y sus componentes.
En concreto, el CEO apunta a factores macroeconómicos, como los bajos costes laborales y el apoyo del gobierno chino, para explicar cómo Xiaomi puede ofrecer el SU7 tan barato en China y en consecuencia, está teniendo tantísimo éxito.
"El coste de capital es cero o negativo, lo que significa que están siendo pagados para construir plantas de producción", afirma Scaringe, que compara la situación directamente con los Estados Unidos.
El gobierno estadounidense ha ofrecido préstamos a los fabricantes de coches eléctricos en el pasado, y la propia Rivian se está aprovechando de uno de 6.600 millones de dólares para una nueva planta en Georgia; pero la idea de financiar la construcción de fábricas dedicadas "es simplemente algo que no existe en los EEUU".
"Si reduces el coste del capital a cero y tienes un coste laboral que es muy bajo, puedes hacer las matemáticas y entender fácilmente cómo lo están haciendo".
Scaringe se queja de que mucha gente no habla de esos factores cuando elogia y mistifica el porcentaje de electrificación de China, muy superior al de países occidentales como EEUU, afirmando que "no hay magia en el mundo, todo puede ser analizado y calculado".
