Los bloqueadores de anuncios están en peligro de extinción, y hay tantas celebraciones como lamentaciones; no en vano, se trata de una de las piezas más polémicas de la navegación por Internet.
Los bloqueadores nacieron inicialmente como una necesidad para visitar páginas web especialmente pesadas o que espían a los usuarios para obtener sus datos; estas extensiones son capaces de bloquear la carga de estos elementos no deseados.
Sin embargo, con el tiempo, el efecto negativo de los bloqueadores de anuncios ha sido revelado; las páginas legítimas no han tenido más remedio que optar por otros métodos para conseguir ingresos, como las suscripciones, para mantenerse a flote.
Ahora, los bloqueadores de anuncios pueden enfrentarse a su final en Europa, por sorpresa y de la noche a la mañana; y es que la justicia alemana ha revivido un caso que parecía cerrado y que puede prohibir este tipo de programas y extensiones.
Todo empezó con una demanda de la compañía Axel Springer, editora de multitud de publicaciones en todo el mundo, contra Eyeo, los creadores de AdBlock Plus, una de las extensiones de navegador más populares en todos los navegadores.
Lo interesante de esta demanda es que no se centra tanto en el posible perjuicio económico de estos programas, sino en supuestas violaciones de derechos de autor que estarían permitiendo; una táctica legal que puede dar resultado.
Los abogados de Axel Springer alegan que el código HTML y CSS de las páginas web son "programas de ordenador protegidos por copyright", y que, al modificarlo, los bloqueadores están violando los derechos de los propietarios del código.
Inicialmente, esta demanda fue rechazada por un juzgado en Hamburgo, pero ahora el Tribunal Supremo Federal alemán ha aceptado parte de la apelación de los demandantes, al considerar que la desestimación era "defectuosa" y ha solicitado la examinación del caso.
Esto ha encendido todas las alarmas entre los desarrolladores de programas y extensiones que bloquean contenido en páginas web, no necesariamente anuncios; por ejemplo, programas que bloquean rastreadores en Internet que vulneran la privacidad de los internautas.
Y es que, si finalmente la justicia decide que modificar una página web es una violación del copyright, los navegadores no tendrían más remedio que mostrarlas tal cual y sin ningún tipo de cambio, incluso si lo hacen para proteger al usuario.
Curiosamente, la organización que ha dado la voz de alarma es Mozilla, la creadora del navegador Firefox y uno de los que más se han favorecido de la popularidad de las extensiones.
Mozilla ya criticó a Google después de que el gigante de Internet eliminase muchas extensiones del navegador Chrome, incluyendo algunos de los bloqueadores de anuncios más populares, en nombre de la seguridad y el rendimiento.
Desde la polémica de Chrome, Firefox se ha presentado como un navegador alternativo que permite todo tipo de extensiones; pero esta demanda puede cambiarlo todo.
Mozilla afirma que, aunque aún quedan al menos un par de años para que este proceso legal llegue a su conclusión, ya se pueden notar sus efectos en la comunidad y las extensiones pueden empeorar a partir de ahora.
Los desarrolladores de estas apps y extensiones pueden temer ser demandados por las pérdidas de las publicaciones, y Mozilla avisa que algunos podrían limitar la funcionalidad para evitar futuros problemas legales.
