Internet lleva siendo algo común aproximadamente 30 años en España y en el resto de economías desarrolladas. Pero en ese tiempo la red ha ido evolucionando y cambiando, y no siempre para bien.

Hemos vivido una era dorada para las redes sociales, y luego para la conexión a la red de manera inalámbrica, mediante móviles, y ahora estamos en plena expansión de la inteligencia artificial.

Parece que el siguiente gran cambio no vendrá por la tecnología, sino por la regulación. El limitar el acceso a según qué sitios por la edad del usuario está a punto de cambiar, y es una tendencia que se empieza a ver en multitud de mercados.

Reino Unido y el porno

Uno de los últimos movimientos para limitar el acceso de los menores a ciertos portales web se ha dado en el país británico. Hace unas semanas se implementó el sistema de verificación de edad en Internet, impulsado por la Ley de Seguridad en Línea aprobada en 2023.

Esta ley obliga a plataformas que ofrezcan contenido para adultos, incluidas redes sociales como X, Reddit, Bluesky y Discord, a imponer controles de edad rigurosos.

Sin embargo, la ley no define un método concreto de verificación, y cada plataforma ha adoptado diferentes sistemas, desde el uso de fotografías hasta la solicitud de datos personales como tarjetas de crédito o DNI.

Estos sistemas han resultado insuficientes, pues usuarios han demostrado que pueden engañarlos fácilmente, por ejemplo, subiendo imágenes de personajes de videojuegos realistas como los de "Death Stranding 2".

Además, muchos británicos han recurrido al uso de VPN para eludir los bloqueos, llevando a un crecimiento del 1.400% en nuevos usuarios de servicios como Proton VPN.

Francia y la protesta de la industria

En Francia también ha habido movimiento en las últimas semanas. El gobierno ha anunciado una nueva ley que, al igual que pasa en el resto de países, busca limitar el acceso al porno.

Ante ese movimiento, Aylo, la empresa dueña de sitios para adultos como Pornhub, YouPorn y RedTube, ha decidido bloquear sus propias webs en Francia. Este movimiento es una copia de lo que ya había hecho en Estados Unidos.

Lo que ha conseguido esto es un aumento impresionante en el uso de los VPN por parte de los usuarios en Francia, que parece que no están por la labor de darle más datos a su gobierno.

España y el "pajaporte"

En España también hubo debate a principios de 2024 cuando el gobierno anunció la creación de una nueva ley que iba en la misma línea, buscando limitar el acceso de los menores al porno.

En este caso el procedimiento sería diferente al establecido en el Reino Unido, y usaría aplicaciones oficiales de la propia administración para verificar la mayoría de edad de los usuarios.

La idea del gobierno era dar credenciales totalmente anónimas como distintivo de la mayoría de edad del usuario a los que quisieran acceder a contenido para adultos. Al entrar el usuario en la web se generaría un código QR en pantalla que el usuario tendría que leer el código con la app Cartera Digital Beta.

Así pues, el sistema está compuesto por una doble autenticación: renovación de las 30 credenciales y el sistema de código QR. Este control por medio de una acreditación llevó a la gente a llamarlo "pajaporte".

Con todo, este sistema se ha pausado y actualmente no está en uso en nuestro país, aunque dado el empuje que empieza a tener en otros lugares no hay que descartar que la propia Comisión Europea creara una legislación común para todos sus miembros.

Este movimiento se ha visto potenciado en las últimas semanas, y España podría ser de los primeros países en probar el nuevo sistema.

Estados Unidos, Google y la IA

El último país en avanzar en un sistema similar ha sido Estados Unidos, de la mano de Google. En este país la empresa está empezando a utilizar un modelo de estimación de edad mediante inteligencia artificial para detectar si los usuarios de las cuentas son menores o mayores de 18 años.

Google analiza diversas señales ya asociadas a la cuenta de un usuario para determinar su edad, independientemente de su fecha de nacimiento. Esto incluye el tipo de información que ha buscado o las categorías de vídeos que ha visto en YouTube. Otra señal es la antigüedad de la cuenta.

Si el modelo basado en aprendizaje automático estima que un usuario es menor de 18 años, se habilitarán automáticamente las protecciones existentes en varias aplicaciones y servicios de Google.

Entre ellas está la activación de las herramientas de Bienestar Digital de YouTube, como recordatorios para tomar un descanso e irse a dormir, añadir medidas de seguridad a las recomendaciones de contenido, desactivar la Cronología en Maps, desactivar la publicidad personalizada y restringir las categorías de anuncios según la edad.

Incluso será posible impedir que los usuarios que se han reconocido como menores según la IA accedan a aplicaciones restringidas para adultos en Google Play.

En el caso de ser un mayor de edad el que ha visto limitada su cuenta, deberá enviar a Google su carné de conducir o una tarjeta de crédito para verificar que no lo es.

Un futuro distópico

Las nuevas leyes y sistemas de verificación de edad en internet reflejan el creciente consenso europeo e internacional sobre la necesidad de proteger a los menores en el entorno digital.

Aunque existen diferencias nacionales en los métodos y edades mínimas propuestas, la tendencia gira hacia soluciones más estrictas y armonizadas, con iniciativas que buscan garantizar tanto la seguridad infantil como la privacidad de los adultos.

Sin embargo, la eficacia de estas medidas depende de su correcta implementación y de la colaboración de plataformas tecnológicas, familias y autoridades. Como indica Enrique Dans en este mismo diario, "no se fíe jamás, y repito, JAMÁS, de una solución que depende del bloqueo de contenidos —sean pornografía o lo que sean— ejercido por proveedores de servicio y sin orden judicial. La tutela judicial es fundamental".

Además, cabe también el problema de que la Unión Europea se apoye en Google para este tipo de implementaciones. Se especula con que utilizará los servicios de la empresa para verificar la edad de usuarios de Android, lo que implica dejar de lado a las variantes del sistema que no usan los Googl Play Services.

Este movimiento va en contra de la supuestamente busca independencia tecnológica del continente, apoyándose una vez más en una gran tecnológica estadounidense.

El reto persiste: proteger la infancia sin vulnerar derechos fundamentales ni obstaculizar el acceso legítimo a la red. Y parece que será algo complicado, sino imposible de ejecutar.