En los últimos años las noticias relacionadas con las mejoras en gafas inteligentes han ido captando cada vez más titulares. Parece que este tipo de tecnología se posiciona como el sucesor, a largo plazo, de los móviles, pero se obvia que puede ser un elemento de ayuda para muchas personas, tanto en España como en otros países.

Algo parecido sucede en el campo auditivo, donde los audífonos han sufrido una auténtica revolución en la última década. Han pasado de ser dispositivos analógicos de cierto peso y volumen a aparatos que bien podrían aparecer en una película de espías.

Hemos estado hablando sobre este tipo de aparatos con Ignacio Martínez Romero, director de audiología de Multiópticas, quien nos ha contado cómo es el presente de esta tecnología, como lo enfoca su empresa y qué deberíamos esperar en el futuro. Desde luego, es algo importante ya que según los estudios que contemplan más de 4.500.000 de españoles tiene algún tipo de problema auditivo.

Una barrera por derribar

Los problemas de audición, al contrario que los de visión, siempre han tenido un cierto estigma en España. Las personas no suelen tener complejos por llevar gafas, pero llevar audífonos sí que se ha sentido siempre como algo negativo, quizás como un signo de que la vejez nos alcanzaba.

Según Martínez, “el estigma está disminuyendo considerablemente pero no acaba de desaparecer. Siguen existiendo barreras psicológicas entre adultos de mediana edad. Las estadísticas indican que se tarda de media 7 años desde que se detecta un problema hasta que se acepta que se necesita un audífono”.

Por suerte la tecnología está haciendo que estos prejuicios disminuyan poco a poco, con "factores que normalizan el uso, el tamaño y el diseño al ser más discretos. También hay mayor concienciación social sobre salud auditiva y el cambio generacional. De hecho, las personas que tenían hace una década unos 50 años están ahora abiertas a adoptar tecnología, con 60 años”. También ayuda que cada vez más "los dispositivos auditivos se acercan a los wearables, aportando mejoras añadidas a lo que tenían antes los audífonos”.

Esta tendencia será algo que en el futuro se acrecentará, debido al envejecimiento de la población y a que la gente joven también puede desarrollar problemas de audición por la exposición desmedida y continuada a sonidos demasiado fuertes. De hecho, el director de audiología de Multiópticas nos cuenta que en la empresa “con más de 45 años de experiencia en salud visual, siempre hemos tenido en cuenta la salud auditiva. Es un mercado en crecimiento, pero para nosotros el paciente y su bienestar siempre será lo primero".

Además, el experto indica que confía “en que se normalizará el uso de los audífonos, reduciéndose el estigma de llevar audífonos. Primero, por el impacto que hay en la concienciación de salud, y segundo porque los dispositivos se normalizan como cualquier otro tipo de tecnología”.

Tecnología avanzada

El cambio que se ha vivido en esta industria es enorme. Hemos pasado de dispositivos que amplificaban el sonido que recibían, sin filtrar, a aparatos que son ordenadores especializados en procesar ondas sonoras, con lo que ello significa. “La transformación del diseño en los audífonos ha sido radical. Hace dos décadas teníamos una tecnología analógica. Actualmente la tecnología es capaz de filtrar el sonido y no amplifican todo como antes, sino los que necesita el usuario”.

Estamos ante un cambio mayor incluso del que vimos en el salto de los móviles a los smartphones, porque en audiología "antes se usaban potenciómetros, ahora se usan microchips, lo que ayuda a la reducción de tamaño y a gastar menos energía, por lo que no se necesitan baterías tan grandes”. Esto además hace que “el famoso pitido generado por la interacción del micrófono y altavoz se haya corregido mucho en los últimos años.”

Los avances que hemos visto en los smartphones y auriculares inteligentes, con gestión de frecuencias, anulación de ruido selectivo y demás cambios también los vemos en los audífonos, que son "capaces de aportar amplicacion por bandas y rangos de frecuencia específicos según la necesidad del usuario”.

Estos nuevos audífonos "han pasado de ser amplificadores a ser ordenadores, usando chips pensados para procesamiento de audio y mejorando el sonido en función de los sonidos del entorno.” Incluso puede usar inteligencia artificial para mejorar la experiencia de usuario. Martínez nos indica que “toda la información de configuración de los usuarios se puede utilizar para entrenar modelos que mejoran el propio funcionamiento de los audífonos, por supuesto, cumpliendo con la protección de datos y siempre con permiso expreso de los pacientes”.

Al ser dispositivos avanzados con conexión bluetooth, se pueden usar con los móviles, usando esta tecnología y los protocolo ASHA con Android y MFI (Made for iPhone) para iOS. Además, recientemente Google ha anunciado que Android será compatible con Auracast y nuevos modelos de audífonos.

Aumentando las posibilidades

Además de poder solventar los problemas de audición de las personas que los lleven, los nuevos audífonos tienen funciones que mejoran la experiencia en el día a día, incluso por encima de las personas que no los usan. Por ejemplo, se pueden emparejar con otros dispositivos, como televisores.

El ejecutivo de Multiópticas nos indica que muchos modelos "tienen aplicaciones que permiten ecualizar el sonido desde el móvil, recogiendo el sonido desde una dirección concreta. Algunos incluso permiten ajustes por geolocalización y yo creo que en un futuro los habrá con sensores biométricos, para detección de caídas, por ejemplo”.

Incluso "hay fabricantes que están trabajando en implementar los audífonos dentro del IoT (Internet of Things) para que se comuniquen con otros aparatos.” Actualmente hay modelos que permiten "acudir a una rueda de prensa y aunque estemos lejos, podemos poner un dispositivo cerca del hablante y lo escucharemos mucho mejor. Hace de micrófono remoto”.

Ante la pregunta de cómo valora el acercamiento de algunas marcas de tecnología de consumo a este sector, como el anuncio de Apple de que los Airpods Pro 2 podrán ser usados como audífonos, Ignacio remarca que "aunque existen convergencias entre audífonos y auriculares, como profesional de la audiología no los pongo al mismo nivel. Los audífonos tienen unos ajustes precisos en función de pruebas clínicas y eso mejora mucho la experiencia".

"Los audífonos se ajustan a una situación clínica, pero los auriculares no se acercan a la personalización y la amplificación sofisticada de los audífonos". Además, "para la fabricación y distribución de audífonos la normativa y registros sanitarios son muy estrictos, de momento pocos países autorizan la venta de auriculares como un producto sanitario". Podría ser, según nos cuenta, una alternativa para algunas personas, de manera personal, para usuarios en etapas iniciales, para romper el estigma. Pero no podrían sustituir a los audífonos en todos los casos, mucho menos en pacientes con pérdidas moderadas o severas.

Inteligencia artificial

Este mercado no es ajeno a los cambios que se están dando en inteligencia artificial y, de hecho, se está beneficiando de ello. El director de audiología de Multiópticas nos comenta que en su empresa están "trabajando con compañías de IA para lanzamientos de productos con esta tecnología. En unos pocos años la IA se integrará para mejorar la experiencia del paciente”.

Esta tecnología es capaz de "aprender las preferencias del usuario y ajustar los parámetros automáticamente en función del contexto. Incluso podrá entender a quién está prestando atención el usuario para mejorar la audición”. En su opinión "los principales fabricantes seguro que desarrollarán tecnologías para implementar los asistentes de voz actuales de las grandes empresas”. Eso sí, hemos de ser conscientes de que "la privacidad y la autonomía pueden ser elementos que ralenticen la adopción de la IA”.

Más autonomía con menos batería

Gracias a las mejoras en los procesadores y al cambio radical de una tecnología analógica a una digital, la autonomía de los audífonos actuales es mucho mejor que la que teníamos hace una década. Ignacio Martínez nos indica que “los audífonos recargables salieron hace unos 7 u 8 años y al principio costó cambiar el hábito, porque a las personas de cierta edad no les gusta el cambio. A los dos años nos dimos cuenta de que dicho cambio era inevitable”.

El uso es muy similar al de los auriculares inalámbricos, con un estuche de carga que nos permite dejarlos por la noche y tener una autonomía de hasta 30 horas en algunos modelos e incluso hacer una carga rápida de 30 minutos y tener batería para 4 horas de uso. Actualmente el uso de audífonos recargables es de un 70%, con un 30% que aún funciona con pilas.

Pero los avances tecnológicos no se dan sólo en la autonomía. Con nanotecnología hidrofóbica se repele el cerumen y el agua e incluso hay modelos con certificación IP68. Además, "son muy resistentes mecánicamente. No es solo tecnología de software, sino que se emplean muchos avances de fabricación, I+D…”

Todos estos cambios han hecho que el precio de los audífonos haya variado de la mano de la tecnología, como ha sucedido con el resto de dispositivos. No obstante, los precios son similares a hace unos años, teniendo en cuenta sobre todo las ventajas que aplican. Incluso el abanico de opciones es mayor que hace 10 o 15 años, por tamaños, personalización estética...