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Pocas veces hemos visto un giro de 180 grados como el que pegó Telegram el año pasado. Tras la puesta en libertad de su fundador, Pavel Durov, después de ser detenido en Francia, la plataforma reafirmó públicamente su colaboración con la justicia y los propietarios de los derechos, llegando incluso a entregar datos de usuarios españoles a la policía.

Aunque Telegram afirma que siempre tuvo esas reglas en sus términos de servicio, a nadie se le escapa que no ha sido hasta finales del 2024 que realmente las ha puesto en práctica, caiga quien caiga. La plataforma se había convertido en una de las más populares para actividades fuera de la ley, incluyendo la piratería, con multitud de canales y grupos centrados en compartir enlaces; con el tiempo, estos usuarios están huyendo de la plataforma, a riesgo de ser denunciados ante la ley.

Ahora, Telegram acaba de dar otro duro golpe a los usuarios piratas que usan su app, con un gran ataque contra Z-Library, una de las mayores plataformas de descargas del mundo, pero también una de las más polémicas. En concreto, Z-Library se especializa en la descarga de libros electrónicos, ya sean escaneados o digitales, en todo tipo de formatos; irónicamente, eso la ha convertido en una imprescindible para estudiantes y académicos, ya que es posible encontrar muchos textos, publicaciones científicas y estudios que han sido descatalogados o han desaparecido de Internet.

Sin embargo, eso no quita que también sea una plataforma donde se piratean libros que están disponibles de manera legal. Por eso, la Asociación de Editores Americanos (AAP por sus siglas en inglés) denunció a Telegram en su día como un "notorio mercado pirata" por permitir que Z-Library use su plataforma para llegar a los usuarios.

Ahora llega la respuesta de Telegram, con el cierre del bot de Z-Library, además del canal de comunicación usado por los propietarios de la página cuando otros medios dejan de funcionar o son bloqueados. En concreto, la pérdida del bot será muy dura para los usuarios de Z-Library, ya que permitía encontrar enlaces de descarga a libros de manera sencilla. Una de las funciones estrella de Telegram es precisamente la creación de bots, que pueden participar en salas de chat para responder cuestiones o iniciar funciones; sin embargo, también es muy popular para encontrar contenido pirata.

Aunque el cierre de un bot que provee descargas piratas sea una medida obvia, la otra decisión ha sido recibida con más críticas: el cierre del canal de comunicaciones de Z-Library. En este canal no se compartía contenido pirata ni enlaces, sino que servía como un método que tenían los propietarios de la página para avisar a los usuarios de posibles incidencias o novedades. Por lo tanto, el mensaje de Telegram es claro: incluso si un canal no comparte contenido pirata, se arriesga a ser cerrado si tiene algo que ver con la piratería.

En cambio, Z-Library aún no ha sido completamente expulsada de todas las plataformas. De hecho, existe una cuenta oficial de Z-Library en X, la red social anteriormente conocida como Twitter, que ha confirmado el cierre de su canal y bot de Telegram como resultado de una "reclamación de una gran editorial", aunque el nombre de la compañía no se ha hecho público.