No hace mucho tiempo, en España, las operadoras tenía tal poder de decisión sobre nuestros hábitos de compra de smartphones que se podían permitir el lujo de inundar nuestros móviles con aplicaciones que no queríamos.

Eso ha cambiado, pero aún hoy en día, tanto en nuestro país como en muchos otros, las marcas incluyen las aplicaciones y servicios que tienen a bien poner, sin que el usuario pueda hacer nada por evitarlo.

Seguro que habéis comprado un móvil de cualquier marca y habéis visto que viene con una tienda de aplicaciones que no usaréis nunca, apps duplicadas de calendario, reloj o agenda y mucho más. Eso es el bloatware, del que hemos hablado más de una vez.

Europa quiere que los usuarios puedan desinstalar las apps del fabricante

Pues parece que esta realidad estaría llegando a su fin con la redacción de una ley llamada Digital Services Act, según cuenta el Financial Times. Esta regulación busca evitar la posición dominante de algunas firmas que venden dispositivos como móviles u ordenadores, y que usan ese acceso prioritario a los usuarios para intentar posicionar sus apps y servicios.

Esto es algo tan normal que nos resulta extraño que la Unión Europea se posicione en contra. La intención de los reguladores es obligar a las empresas fabricantes de dispositivos a permitir la desinstalación de estas aplicaciones.

Además, están estudiando la imposibilidad de que empresas lleguen a acuerdos para instalar de forma exclusiva ciertas apps y servicios en los móviles de un fabricante.

En muchos análisis hemos mencionado de forma negativa los acuerdos que firmaban muchas marcas con empresas como Gameloft o Facebook para instalar de serie sus apps. Pero el problema no era ese, era cuando no se nos permita eliminarlas del sistema.

No solo es bloatware, habrá más novedades

Esta ley también tendrá repercusiones en otros sentidos. Los directivos europeos pretenden que las grandes compañías que tienen acceso a los datos de los usuarios se vean obligados a compartirlos con rivales más pequeños, evitando que el propio tamaño de las empresas sea una garantía de que nadie podrá plantar cara.

Por el momento esta legislación está dando sus primeros pasos y tardaremos meses en ver el borrador definitivo y más aún en verla aplicada en nuestro día a día.

Imagen de portada de Frederic Köberl.