Una de las polémicas que más nos han impactado durante 2019 fue el veto de Trump a Huawei, impidiendo que la compañía china pudiese utilizar las aplicaciones y servicios de Google. Hoy tenemos una nueva noticia sobre los servicios de Google, y es que los usuarios de Turquía no podrán comprar ningún móvil Android que incluya preinstalado los servicios de la gran G.

Tal y como ha desvelado Reuters en las últimas horas, Google ha anunciado a sus socios en Turquía que no será posible trabajar con ellos, impidiendo incluir cualquier aplicación o servicio de Google, incluida la Play Store. Si bien es un escenario que no nos afecta en absoluto, podría sentar precedentes para 2020.

Google dejará de incluir sus servicios en lo móviles que venda en Turquía

El pasado mes de septiembre de 2018 Google fue sancionada a pagar 93 millones de liras (14,25 millones de euros) en Turquía. Esta sanción se debía a una violación de las leyes del país en cuanto a venta de software móvil, aprovechándose de una situación dominante. Una sanción en la que el gobierno turco dio 6 meses a Google para reaccionar.

Ha pasado más de un año desde entonces, y Google ha confirmado de forma oficial que dejarán de ofrecer sus servicios móviles en el país, bajo el siguiente comunicado:

«Hemos informado a nuestros socios que no podremos trabajar con ellos en nuevos móviles Android que sean lanzados en el mercado turco. Los consumidores podrán seguir comprando móviles existentes y podrán seguir usando sus dispositivos y aplicaciones con normalidad. El resto de servicios de Google seguirán funcionando correctamente».

¿Podría sentar un nuevo precedente?

La historia de Google está rodeada de demandas como las que ha recibido en Turquía, pero sin embargo este año ya son dos las ocasiones en las que Google ha sido implicada a separar sus servicios de Android: primero con Huawei (sin que fuese culpa suya) y ahora con cualquier fabricante en Turquía.

¿Es posible un escenario en el que Google tuviese que retirarse en un mercado como pueda ser el Español? A día de hoy parece poco probable, a pesar del gran número de sanciones que la gran G ha recibido por parte de la Unión Europea. Pero tampoco podemos decir que sea imposible.