¿Cuántas soluciones a la enorme fragmentación en Android hemos conocido desde su popularización? Incontables, llevamos varios años en los que Google exprime a sus ingenieros para que encuentren ideas con las que saltarse el principal escollo: los fabricantes. Porque, dado que son ellos quienes tienen la última palabra (además de las operadoras), el sistema debe sortear sus adaptaciones para que la actualización llegue al mayor número de dispositivos posible.

Con Project Treble ya vimos un acercamiento serio. La idea era sencilla y, sobre el papel, efectiva: dividir el sistema entre la base AOSP y la personalización del fabricante. Ese proyecto evolucionó a Treble para conseguir que Android 9 Pie fuese la versión más fácilmente actualizable por las marcas de dispositivos: solo tienen que adaptar su personalización ya que la base de Android se mantiene intacta.

No es que Treble haya conseguido maravillas por más que sí ha mejorado el panorama de las actualizaciones: como demuestra el informe Android de mayo, Android 9 Pie ha duplicado su presencia con respecto a la última versión estable en el informe equivalente de mayo de 2018. Es una buena noticia, pero podría ser mucho mejor. Y a eso debería contribuir el nuevo Project Mainline.

Project Mainline divide los componentes AOSP del sistema en módulos para que se actualicen por Google Play

Hace poco descubrimos una novedad en la tienda de aplicaciones Android: la Google Play actualizaba la última beta de Android Q sin necesidad de descargarla vía OTA. Así supimos de las nuevas actualizaciones a través de la tienda, una manera con la que el sistema sorteará el proceso de adaptación de los fabricantes ya que los dispositivos podrían actualizar los componentes de sistema de manera independiente. Bienvenidos a Project Mainline.

Con el lanzamiento de la tercera beta de Android Q, ya oficialmente Android 10, Google ha decidido presentar en sociedad su nueva solución contra la fragmentación. Como detalla la empresa en el blog de desarrolladores, Project Mainline puede actualizar componentes específicos del sistema sin la necesidad de que se descargue una actualización completa. Esto implicaría una mayor seguridad, inmediatez y la independencia de los fabricantes.

Google planea liberar las actualizaciones de los módulos en Project Mainline de la misma forma en la que se liberan las actualizaciones de sistema o de seguridad, pero a través de la Google Play: en segundo plano y operativas tras el próximo reinicio del dispositivo. Los módulos seguirán formando parte del núcleo AOSP de Android, por lo que mantienen la esencia Open Source. Y son independientes a la personalización y capa del fabricante, por supuesto.

Con una división del sistema en módulos el usuario de Android recibirá las actualizaciones al mismo nivel que los Google Pixel ya que la Google Play se encargará de la descarga de todos los componentes actualizados. Igual que la propia Play Store, los Play Services o la búsqueda de Google, que se actualizan puntualmente y sin la intervención del usuario ni del fabricante del dispositivo.

Sobre el papel el beneficio será máximo ya que se acabaría la fragmentación: todos los módulos clave del sistema se mantendrían permanentemente actualizados. Aunque eso sí, primero hay que tener Android 10: esta es la primera versión que incluirá Project Mainline. Y si el fabricante quiera añadirlo, claro, que siempre tiene que haber un inconveniente.