En los últimos años hemos visto cómo las pantallas han ido evolucionando. El cambio más notable quizás es el físico, con bordes cada vez más pequeños y en algunos casos con curvaturas que hace una década nos parecerían propias de la ciencia ficción.

Sin embargo hay otro cambio que se lleva dando ya un tiempo pero que en los últimos meses está acelerando. Nos referimos al paso de las pantallas LCD a las OLED, con las ventajas que eso conlleva.

La última en cambiar ha sido Apple. En el iPhone X pasa de elegir una pantalla LCD y opta por una OLED, en este caso fabricada por Samsung. Y todos sabemos qué pasa cuando Apple da un salto de este tipo, que muchas otras marcas lo siguen.

Sin embargo en esta ocasión Apple no ha sido pionera y Samsung ya lleva varias generaciones mostrando de lo que son capaces sus pantallas, sobre todo en sus flagships. También LG ha apostado este año por esta tecnología, tanto en el LG G6 como en el LG V30 y no parece que 2018 vaya a ser diferente.

Los grandes fabricantes chinos también quieren dar el salto

Y si los principales fabricantes de occidente van en esa dirección los orientales no quieren ser menos. Al parecer cuatro de los mayores, a saber, OPPO, Vivo, Huawei y Xiaomi, habría realizado pedidos a LG para poder usar pantallas OLED en sus móviles de gama alta del año que viene.

Tras Samsung la empresa que más pantallas OLED es capaz de fabricar es LG, y de hecho parece que será la encargada de dotar de este panel al menos a uno de los nuevos Google Pixel 2.

Entre el 20 y el 30% de la producción de pantallas OLED de pequeño y mediano tamaño estará destinado a estas cuatro empresas, que son las dominantes en mercados como China o La India.

A ese porcentaje habrá que sumar el de la propia Apple para 2018, ya que no es seguro que Samsung pueda cubrir toda la demanda de pantallas OLED para los móviles de la manzana del año que viene si todos eligen esta tecnología, algo que no ha pasado este año.