La creación de un dispositivo móvil, desde que se decide que se va a fabricar hasta que se presenta oficialmente, es un proceso largo. Tanto que es muy normal que se pise con otros lanzamientos, sobre todo si tenemos en cuenta que las empresas ya no lanzan un terminal estrella al año, sino más bien dos.

Esto es lo que le está sucediendo a Samsung que en plena semana grande del Samsung Galaxy Note 8 ve cómo se habla del Samsung Galaxy S9. Y además por más de un motivo, algo que no suele ser muy común.

Un Samsung Galaxy S9 con Snapdragon 845

La primera filtración hace referencia al procesador que usará el Galaxy S9 en algunos mercados como Estados Unidos. Allí el chip elegido parece que será el futuro Snapdragon 845. Este procesador se vio filtrado en un modelo de pruebas de Samsung hace unas semanas.

Al parecer Qualcomm habría firmado un acuerdo con Samsung por una cantidad tan grande de procesadores que, sin llegar a ser una exclusiva, prácticamente haría que toda la producción del 845 estuviera en el tope de gama de Samsung.

Esto es lo mismo que pasó con el Snapdragon 835 y el Galaxy S8, lo que hizo que modelos como el LG G6 tuvieran que conformarse con procesadores anteriores como el Snapdragon 821.

¿Una apuesta por los módulos?

El segundo rumor habla de algo mucho menos esperado. Al parecer Samsung estaría planteándose que el Samsung Galaxy S9 apostara por un sistema modular de accesorios similar al que tienen los Moto Z o el nuevo Essential Phone.

Al parecer la implementación sería similar, con pines magnéticos, lo que no comprometería tanto el diseño ni la resistencia al agua y al polvo, algo que en los terminales de gama alta de Samsung es ya casi obligatorio.

No obstante en este caso hay que destacar que es algo que se está valorando en la empresa coreana, no una decisión que se haya tomado en firme.