No se ha presentado todavía el Samsung Galaxy S8 y ya se habla del procesador de su sucesor, sería de 7 nm y volvería a estar fabricado por la propia Samsung.

A falta de un mes para el MWC, y con las dudas de si Samsung traerá este año o no el S8, todo apunta a que el fabricante coreano incorporará un chip Qualcomm casi en exclusiva. El encargado de dar vida al S8 será el Snapdragon 835, alejándose de sus rivales más directos como LG que montará el «viejo» Snapdragon 821 en el LG G6.

Pero Samsung tiene el punto de mira en otra batalla, la de los procesadores de 7 nm que llegarían al gran público en 2018, justo para el lanzamiento del S9. No sería la primera vez que Samsung apuesta por incluir un procesador propio en su buque insignia, recordamos el revuelo que se formó hace un par de años cuando Samsung apareció en el escenario del MWC y presentó el Samsung Galaxy S6 con el Exynos 7420.

El movimiento de Samsung provocó serias dudas en el que durante aquel momento era el mejor procesador de Qualcomm, el Snapdragon 810. Las pruebas de rendimiento del 810 dejaban mucho que desear, los modelos que lo incluyeron se calentaban demasiado y Samsung colocó un procesador propio en el S6 con un rendimiento bastante notable.

En el S7 volvió Qualcomm pero sin dejar de lado a sus procesadores propios, Samsung lanzó dos versiones: una con el Snapdragon 820 y otra con el Exynos 8890.

¿Porqué los fabricantes optan por uno o por otro procesador?

Una vez durante una conversación con el responsable de producto de una marca importante me comentó que sencillamente optaban por el mejor procesador del momento. Si buscas un producto de alta calidad, y en ese momento Qualcomm es el que hace el mejor procesador, la mejor opción es montarlo en tu equipo. Además de utilizar el mejor chipset, trabajar con él te garantiza poder conocerlo y mejorar tus propios productos.

Por ahora sabemos que Samsung cita una hoja de ruta agresiva que concluirá con un procesador de 7 nm a principios de 2018; aunque para llegar a ello todavía tiene un largo trabajo mejorando los actuales de 10 nm que utiliza en la gama alta y los de 14 nm que está montando en los gamas media.

La diferencia que podrá observar el usuario final con el cambio de la tecnología de los procesadores es una mejora en el rendimiento general del equipo y en la duración de la batería, algo a lo que cada día damos mayor importancia en un terminal de gama alta.

Vía ZDNet.co.kr