Sony fue quien puso de moda la resistencia al agua. No fue el primero en hacer un teléfono que podía resistir un chapuzón, pero sí quien apostó por esta característica como un elemento diferenciador frente a la competencia y quien lo publicitó con énfasis. Otros fabricantes como Samsung o Motorola se han subido al barco (perdón por el chascarrillo fácil), pero algunos se resisten. Uno de ellos es Xiaomi y ahora conocemos por qué.

Lo ha explicado Lei Yun, CEO de la compañía. La principal razón es que la capacidad de un terminal para proteger sus componentes del agua se va deteriorando con el tiempo, a medida que el terminal va acumulando pequeños daños y desperfectos. Esa es una de las posibles razones por las que Sony diera marcha atrás en este sentido, aconsejando a sus usuarios que no sumergieran sus terminales, y por las que ha decidido no lanzar su Xperia X con protección IP.

La resistencia al agua aumenta el coste hasta un 30%

La segunda razón son los costes. Fabricar un terminal resistente al agua es, evidentemente, más caro que hacerlo sin ella, según Yun entre un 20% y un 30%. algo que acaba trasladándose o bien al precio de venta al público o al margen de beneficio del fabricante.

Para Xiaomi, para quien el coste del terminal es uno de sus reclamos de compra principales, esto es un obstáculo importante. Es otra razón por la que Sony puede haber descartado esta característica para el Xperia X ahora que buscan una mayor rentabilidad por terminal.

Yun no descartó que su compañía eventualmente lance un terminal resistente al agua, pero lo hará cuando esté seguro de que los compradores están preparados para pagar un poco más.

Es cierto que la resistencia al agua te da cierta paz de espíritu, la tranquilidad de dejar un terminal en una mesa junto a un vaso de agua y saber que un accidente no te dejará sin móvil, y la posibilidad de Whatsappear desde la ducha.

Sin embargo, además de aumentar el coste de fabricación también complica las reparaciones. Y todo para que al cabo de unos años el fabricante diga que igual es mejor que no los sumerjamos. ¿Merece la pena? 

Vía soyacincau.com